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En el Estadio San Siro, en Milán, Italia, frente a más de 70 mil personas, el Real Madrid se coronó campeón de la Champions League tras sufrir contra el difícil Atlético de Madrid de Diego Simeone y vencerlo en la serie desde el punto del penal. El Madrid logró su trofeo número once de la competición europea.
Sergio Ramos abrió el marcador.
El primer tiempo le fue favorable al Real Madrid: el equipo merengue rompió el cero a los 14 minutos del encuentro. Otra vez, como en la recordada final de 2014, fue Sergio Ramos quien puso en ventaja a su equipo en clara posición adelantada.
A partir de ahí el Madrid encontró en Casemiro, Toni Kroos y Luka Modric la tranquilidad y el pase justo para desesperar al Atlético de Madrid. Sin embargo, a 15 minutos de terminar la primera mitad extrañamente el equipo de Zinadine Zidane cedió el protagonismo.
Así, el conjunto colchonero comenzó a inquietar el arco defendido por Keylor Navas y se fue al descanso con una imagen muy diferente a la mostrada en los 30 minutos iniciales. Con un Cristiano Ronaldo totalmente desaparecido en acción, ambos equipos comenzaron la segunda mitad de la misma forma en la que la habían terminado: con un Atlético protagonista.
Tal es el caso que, a los 2 minutos del segundo tiempo, Antoine Griezmann falló un penal que hubiese puesto el partido igualado en uno. Mientras en las tribunas se vivía un duelo particular de banderas y cánticos, dentro de la cancha el conjunto del “Cholo” Simeone demostraba que merecía llegar a la igualdad. Y lo logró.
A los 34 minutos del ST, Yannick Ferreira Carrasco se metió en la historia del Atlético de Madrid tras fusilar a Navas e igualar el encuentro que tuvo como protagonista al colchonero ante una inexplicable decisión del Real Madrid de ceder el dominio de la pelota y esperar por un contrataque que deje mal parado a la defensa de Simeone, que jamás llegó.
Así el temor de Simeone se hizo realidad. Nuevamente llegó a la prórroga, la causante de su derrota hace dos años en la misma final de Champions League. Esta vez, el envión anímico de haber empatado el partido a poco de terminar el encuentro ayudó a los Rojiblancos a sobrellevar los 30 minutos adicionales que determina el reglamento en caso de igualar en los 90 minutos.
El Atlético de Madrid igualó el encuentro a poco del final.
Con llegadas de ambos lados, los 120 minutos terminaron empatados y el encuentro se decidió desde los doce pasos. Así, cada uno de los jugadores demostró su calidad a la hora de patear hasta que Juanfran erró el suyo y le dejó todo servido para que Ronaldo se convierta en el héroe de la noche.
El crack portugués hizo lo propio y le otorgó la Champions League número 11 al Real Madrid, aunque esta vez, quizás, sin merecerlo del todo.