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No te vayas, por favor

El último vuelo del "Ángel": Di María y una final de América con sabor a despedida

El futbolista jugará su último partido con la celeste y blanca, aunque nadie quiera que abandone la albiceleste. El camino del héroe que inmortalizó.

13 Julio de 2024 09:40
Ángel di María se despide de la celeste y blanca. X

"A Di María me lo resistían", soltó alguna vez Diego Armando Maradona, el mejor de todos los tiempos, en su experiencia como director técnico de su tan querida Selección Argentina. Es que a Angelito, a ese extremo zurdo tan dinámico, con una velocidad que los años no afectaron, hubo muchos veces que quienes hoy lo celebran por sus goles y brillantez, lo cuestionaron con dureza y sin vergüenza a la hora de insultarlo o de pedirle que no se calce más la celeste y blanca. Sí, esa misma camiseta que hoy no quieren que se saque nunca más.

Este domingo, a las 21 de Argentina, pero desde Miami, Estados Unidos (EE.UU), "La Scaloneta" va por un nuevo título frente a la durísima Colombia de Néstor Lorenzo. Tal como prometió meses atrás, Di María jugará su último partido de fútbol con la Selección. El último vuelo del ángel será en una final, que podrá transformarse en la cuarta consecutiva que gana con la celeste y blanca, tras la Copa América 2021, la Finalissima 2022 y la Copa del Mundo del mismo año en Qatar.

Las expectativas son altísimas, si se tiene en cuenta que en estas últimas tres, coronó con goles sus excelentes actuaciones. A eso hay que sumarle que, en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, donde se calzó la dorada junto a su amigo Lionel Messi, también marcó en la final contra Nigeria. Que tenga esa fijación con la finales, es probable que nazca de un karma que quisieron instalarle sus detractores durante muchos años.

Como Di María se perdió muchas de ellas por lesiones y demás, algunas personas y hasta periodistas deportivos que viajan en autos de alta gama, aseguraron que había algo psicológico que le impedía rendir bien en esas instancias y hasta, sin forma de demostrarlo, hablaron de miedo, de cobardía, de falta de coraje para poder afrontar esas situaciones clave.

Es probable que ignoraran el pasado y el sufrimiento familiar que atravesó este extremo que llegó al fútbol con la herencia de un padre que estuvo a punto de ser jugador de River Plate y se lesionó, y con la voluntad de una madre que le encontró el lugar en el club barrial El Torito para contrarrestar la hiperactividad que le habían diagnosticado al niño nacido en 1988. No estuvo mucho allí, ya que desde su querido Rosario Central lo buscaron al poco tiempo, abrumados por su talento y capacidad.

Consciente de la historia de su papá, que vendía el carbón que su hijo Ángel le ayudaba a embolsar y que había tenido que salir a buscar de cualquier forma el mango que el fútbol le había prometido y negado, una vez rodeado del éxito de los campeonatos y de las vueltas olímpicas, Di María resumió ante TyC Sports el esfuerzo de su trayectoria en Central antes del debut, y el temor a que el destino de su viejo se reproduzca en su vida como algo inevitable.

Ángel Di María sufrió mucho en el camino de devolverle la gloria al fútbol argentino.

"A los 16, todavía no me habían promovido, y mi papá se empezó a preocupar. Una noche estábamos sentados en la cocina y me dijo: 'Tenés tres opciones: Podés trabajar conmigo. Podés terminar la escuela. O podés probar otro año más con el fútbol. Pero si no funciona, vas a tener que venir a trabajar conmigo'. No dije nada. Era una situación complicada, necesitábamos la plata. Pero ahí saltó mi mamá y dijo: 'Un año más en el fútbol'. Eso fue en enero. En diciembre de ese año, en el último mes del plazo que nos habíamos puesto, debuté en Primera con Rosario Central", contó.

Estas anécdotas llegaron después de mucho esfuerzo. Inclusive el hecho para que el entrenador Lionel Scaloni, quien entre las primeras convocatorias que debió hacer lo dejó afuera, lo tenga en cuenta. "Me rompo el ojete en el club para hacer todo para estar en la Selección. Por eso uno se pone mal y por dentro sufre mucho. Uno da todo para poder estar en la Selección y a veces no se da", confesó ante ESPN, antes de que vuelva a ser convocado en 2021.

En la misma entrevista, que fue un manifiesto personal acerca de su amorío por la celeste y blanca, afirmó que "no hay edad para la Selección, ni para los clubes" y que "el rendimiento es lo que te marca para estar o no". De acuerdo a esas palabras, este domingo no tendría que ser el último vuelo del ángel. Porque en relación a lo que se vio de él en la cancha, sólo en los últimos meses, el rosarino parece estar en su mejor momento.

La Scaloneta de festejo, con Leandro Paredes en el centro y Ángel di María arriba de él.

En palabras de Eduardo "El Polaco" Caími, "¿con qué derecho se va?". Al aire del Deportivo de La 750, y casi como en un intento de que esa decisión que parece irrevocable se repiense, el periodista -al igual que tantos otros fanáticos y fanáticas del fútbol- intentó persuadir de la manera que sea al futbolista, para que acompañe a Lionel Messi al próximo mundial que se desarrollará en EE.UU 2026. 

Recientemente, un video que subió el usuario de X (ex Twitter) @KitoKP, graficó con mucha poesía y hasta la intervención del Papa Francisco, el rol que cumplió durante todos estos años Di María, en la recorrida del camino del héroe que hizo. Allí, se mezclan imágenes icónicas del futbolista con un discurso del máximo representante de la Iglesia Católica, respecto al rol de los ángeles desde la perspectiva religiosa. 

"Todos nosotros, según la tradición de la Iglesia, tenemos un ángel con nosotros. Que nos custodia, que nos hacer sentir las cosas. Nuestro compañero de viaje. Estén seguros de que él nos llevará hasta el final de nuestra vida con su consejo", se oye al Papa argentino en el video, mientras se ve su imagen y se mezcla con la sufrida carrera de Di María. "Y por eso hay que dar escucha a su voz, no rebelarse. Echar al compañero de camino, es peligroso", continuó casi como en una respuesta metafórica acerca del abortado alejamiento de la Selección que le decretó Scaloni.

"Pero justo después de haber perdido su amistad, no nos ha dejado solos", explicó el Papa, mientras las imágenes de sus goles en las finales y los gritos alocados de las tribunas copan la pantalla. "Esta no es una doctrina sobre ángeles un poco fantasiosa. Es lo que Dios ha dicho", sentenció después. 

La voz que aparece entonces deja de ser la de la figura religiosa y pasa a ser la de Maradona DT: "No le voy a prohibir que se junte con Di María. Si le pueden hacer un desastre por izquierda", respecto al juego conjunto con Messi.

"Yo mando un ángel desde arriba para custodiarte, para acompañarte en el camino, para que no falles. El ángel que me ayuda a recorrer el camino, porque mira al Padre y sabe cuál es el camino. El ángel es la puerta cotidiana a la trascendencia", finalizan las palabras de Francisco. El efecto es muy contundente y no deja lugar a dudas en relación a la metáfora de que Di María es el ángel de la guarda de Messi.

A diferencia del mitológico "vuelo de Ícaro" de la cultura griega, en el cual el humano se hacía alas de ángel, se las pegaba a su espalda con cera y volaba tan alto que el sol se las derretía y lo hacía caer, "Fideo" -otro de sus apodos que hoy queda en segundo plano- brilló al lado del sol que es Messi en una cancha de fútbol. Ambos son los únicos de la historia del fútbol en haber ganado un juego olímpico, una Copa Mundial Sub-20 y una Copa del Mundo.

Diego Maradona besa a Ángel Di María tras sacarlo de un partido en Sudáfrica 2010.

Ángel nunca perdió el alma que trajo de la calle, del potrero; de los sueños de parecerse a los más grandes; de ese pibe de Rosario que comía salteado. Las frustraciones no lo dominaron ni lo quebraron, como a muchas promesas del fútbol que quedan en el mantel de los sueños perdidos. Ese mismo Angelito que supo ser el socio ideal de Messi, el acompañante perfecto, el del pique justo, el del pase certero, el de una gambeta de fantasía que desparramaba rivales como si fueran muñecos de trapo, que en su última cruzada en Qatar 2022, trajo el sueño pendiente de muchas generaciones: la Copa del Mundo.

Este domingo Di María se retira de la Selección Argentina. Aunque eso no evitará que miles de argentinos pidan en sus rezos que no se los prive de este genio del fútbol. En su momento Maradona afirmó que muchos "no lo querían". Hoy que lo quieren hasta sus peores enemigos, ojalá en sueños le susurre para que se arrepienta y para que siga cuidando la camiseta, como el ángel de la guarda que dejó.