Superó a su propio ídolo. El viernes por la tarde el nadador Joseph Schooling hizo historia en los Juegos Olímpicos de Río. Es que el singapurense de 21 años no sólo ganó la primera medalla de oro en la historia de su país sino que, para conseguir esta hazaña, se sobrepuso al mejor de todos los tiempos: a Michael Phelps.
Joseph Schooling se dio el lujo de ganarle a su ídolo.
Pero esta increíble historia no queda sólo ahí. Tras superar al "Tiburón de Baltimore" en los 100 metros mariposa, Schooling contó que Phelps es su "máximo ídolo" y que fue él quien lo incentivó para formarse profesionalmente en esta disciplina.
Michael Phelps, desacostumbrado a las medallas de plata.
Ocho años atrás, en 2008, antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de Beijing, el singapurense (que por entonces tenía 13 años) estaba entrenando en su club y se cruzó con Phelps, quien estaba recorriendo el país asiático en el marco de un trabajo para su fundación que se dedica a educar chicos en la natación.
Foto: Reuters.
"Era muy temprano en la mañana y yo estaba completamente en shock. No podía ni hablar", le contó Schooling al diario "The Guardian".
Emocionado con la presencia de su ídolo, el joven nadador sólo quería era una foto con el estadounidense. Y logró su cometido. El máximo campeón olímpico accedió y se tomó una foto con el asiático.
Y quien iba a decir que luego de unos años, ese pequeño que le pidió una foto a su máximo ídolo se iba a convertir en campeón y verdugo a la vez.
Joseph Schooling, cuando cumplía "el sueño del Pibe" de conocer a Michael Phelps.
El nadador estadounidense esperaba ansioso su quinta medalla de oro en estos Juegos Olímpicos (ganó en Relevo 4x200 metros libre masculino-en dos ocasiones-, 200 metros mariposa masculino y 200 metros combinado individual masculino), pero las vueltas de la vida hicieron que su seguidor número uno le quite la dorada.
Igual Phelps no se fue con las manos vacías: se llevó la medalla de plata y los elogios de su fan.
"Esto es una locura, no lo puedo creer, no sé qué siento ahora", le dijo el asiático al americano una vez que llegó a la meta. Phelps, sonriendo, respondió: "Lo sé".
El asiático le ganó al "hombre oro".
"Si no fuera por Phelps no hubiese podido ganar esta medalla. Soy lo que soy por Michael Phelps. Él es la razón por la que yo siempre quise ser un mejor nadador", confesó Schooling en zona mixta.
Y, para finalizar, contó: "Me dijo buen trabajo, fue una gran carrera, yo le dije que fuera por cuatro años más y me dijo 'de ninguna manera'. Esperemos que cambie de parecer, fue divertido, me gustó competir contra Michael".
Otro fanático que hizo entristecer a su ídolo
Hace unos años también un "fanático" hizo entristecer a su máximo ídolo y se terminó convirtiendo en su verdugo. En este caso, el golpe fue extradeportivo.
El fanático que terminó conviertiéndose en verdugo es Mauro Icardi. El ídolo del delantero del Inter de Italia era Maxi López.
Mauro junto a su ídolo, quien terminó siendo su máximo enemigo.
La primera foto de Icardi y López juntos se dio en 2006, cuando Mauro (con tan sólo 12 años) se acercó al ex delantero de River, que por ese entonces jugaba en el club Barcelona, para pedirle un autógrafo.
Y el sueño de aquel niño se cumplió. Seis años más tarde (2013) Icardi ascendió con el equipo Sampdoria de Italia y logró jugar junto a su ídolo, López.
El fan que se terminó convirtiendo en verdugo.
Como el rosarino era muy chico (tenía 18 años), Maxi le abrió las puertas de su casa en Italia. Le presentó a su esposa, Wanda Nara (con la modelo se casó en 23 de mayo de 2008) y a sus hijos Valentino, Constantino y Benedicto.
Pero años más tarde Wanda se separó y, sorpresivamente, el tercero en discordia fue el goleador del Inter. Los dos casos son bien diferentes, claro. Schooling "atendió" a Phelps dentro de una. Mauro Icardi, en cambio, se ocupó de Maxi López en otros terrenos.