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En medio de un extremo operativo de seguridad, Boca y River buscan un lugar en la final de la Libertadores

El encuentro comenzará a partir de las 21.30, con el arbitraje del brasileño Wilton Pereira Sampaio y el argentino Mauro Vigliano a cargo del VAR.

22 Octubre de 2019 18:50
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Boca, con la obligación de revertir la derrota por 2-0 del partido de ida, recibirá esta noche a River en La Bombonera en lo que será un nuevo Superclásico copero que definirá al representante argentino en la final única de la Copa Libertadores de América.

El encuentro comenzará a partir de las 21.30, con el arbitraje del brasileño Wilton Pereira Sampaio y el argentino Mauro Vigliano a cargo del VAR, con transmisión de Fox Sports. En el partido de ida, jugado el pasado 1 de octubre en el estadio Monumental de Núñez, River ganó por 2-0 con goles del colombiano Rafael Borré, de penal, e Ignacio Fernández.

Por esta razón, el equipo de Gustavo Alfaro está obligado a ganar por tres goles de diferencia para clasificar directamente a la final, mientras que para forzar una definición con tiros desde el punto penal debe ganar por dos goles de diferencia, pero sin recibir tantos en contra, ya que eso favorecerá a River por el valor extra del gol como visitante.

El ganador de la serie se meterá en la histórica primera final a partido único que se disputará -por ahora- el próximo 23 de noviembre en el estadio Nacional de Santiago de Chile, para enfrentar a un rival brasileño que se definirá mañana entre Gremio y Flamengo.

El equipo dirigido por Marcelo Gallardo está en mejor posición ya que además del triunfo por 2-0 obtenido en la ida, cuenta con el respaldo de la histórica conquista de la edición pasada, en la que venció a su eterno rival en la inédita final disputada en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid.

Boca, por su lado, intentará protagonizar una heroica remontada para opacar la frustración de lo sucedido en Madrid e ir a Santiago de Chile en busca de la tan ansiada séptima Copa Libertadores de América, para convertirse -junto a Independiente- en el máximo ganador de este título.

A partir de las 17, el público de River se fue acercando a las inmediaciones del Monumental. Los hinchas fueron convocados en gran número por la comisión del hincha para despedir al equipo que concentró desde el lunes por la noche en el Monumental y desde ahí partió hacia la Bombonera.

La Bombonera volverá a ser testigo de un partido de vuelta de Copa Libertadores luego del episodio del "gas pimienta" de los octavos de final de la Copa Libertadores 2015. Para prevenir cualquier tipo de situación anómala, el Ministerio de Seguridad porteño organizó un operativo con más de 1.500 policías que desde muy temprano cubrieron las calles.

El objetivo del Gobierno era evitar que los antecedentes violentos del clásico más grande de Latinoamérica se repitan esta noche durante la semana más importante para Juntos por el cambio y el país en general: este mismo domingo, 27 de octubre y cinco días después del partido más importante del año, se llevarán a cabo las elecciones que podrían determinar al nuevo presidente de la Nación.

El operativo de seguridad, que consta de miles de efectivos, helicópteros, drones, carros de asalto, patrulleros y motos, se debe a que el Gobierno busca evitar que la historia de violencia en el Superclásico vuelva a repetirse durante este partido. Cabe recordar que el 14 de mayo de 2015, el encuentro por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores en La Bombonera no pudo terminar luego de que los jugadores de River sean agredidos por “gas pimienta”.

El partido en aquel momento se suspendió cuando los equipos igualaban 0 a 0 porque los jugadores millonarios no pudieron continuar jugando y días más tarde la CONMEBOL decidió sancionar a Boca y darle la serie por ganada a River, que había ganado 1 a 0 en la ida.

El año pasado ocurrió una historia similar: durante el encuentro de vuelta en el Monumental en la histórica final de Libertadores, el micro de Boca fue agredido a piedrazos por los simpatizantes de River, provocándole una importante herida en uno de sus ojos a Pablo Pérez, por entonces capitán xeneize, hoy jugador de Independiente.

Si bien el partido de ida, que se había desarrollado el 11 de noviembre, se desarrolló en La Bombonera con total normalidad, lo ocurrido en Núñez provocó que el organismo sudamericano suspendiera el encuentro, lo programara el 9 de diciembre y lo mudara a Madrid, España. Aquella vez, por las fallas en el operativo de seguridad fue desplazado de su cargo como ministro de Seguridad porteño Martín Ocampo.

Probables formaciones

Boca: Andrada; Buffarini, López, Izquierdoz, Mas; Salvio, Marcone, Almendra, Mac Allister; Tevez y Wanchope Ábila.

River: Armani; Montiel, Martínez Quarta, Pinola, Casco; Pérez; Fernández, Palacios, De La Cruz; Borré y Suárez.

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