por Rafael Saralegui
27 Enero de 2020 16:56El escándalo generado por la licitación de los derechos de televisación de los partidos de primera del fútbol argentino, obligó a las autoridades de la Superliga a recalcular la estrategia y a convocar a una reunión del Comité Ejecutivo de la AFA, para discutir con los representantes de los clubes sobre un proceso que fue objetado por varias empresas participantes porque consideran que en rigor se quiere mostrar una actitud de transparencia cuando parece estar todo dispuesto para designar a un ganador que corre con ventaja.
El titular de la Superliga, Marcelo Elizondo, decidió llamar a una reunión del Comité Ejecutivo para este miércoles, a partir de las 13, en las oficinas que la entidad tiene en Puerto Madero. El encuentro fue convocado luego de las quejas que se hicieron públicas a la licitación por los derechos internacionales.
El contexto en que se producirá la reunión es el de una tirantez cada vez más evidente entre los clubes y la Superliga, un modelo que fue impulsado durante el gobierno de Mauricio Macri y al que muchos dirigentes le quieren poner fin por dos motivos al menos: los nuevos vientos políticos con la llegada otra vez del peronismo a la Casa Rosada y el desencanto que significó para los clubes darse cuenta que la asociación no resultó un brillante negocio, como quizás ingenuamente esperaban.
La última pelea abierta entre la AFA y la Superliga fue por la negativa a retrasar la reanudación del actual campeonato debido al Torneo Preolímpico que se disputa en Colombia. Los clubes que cedieron a sus jugadores al seleccionado consideraron que estaban dando ventajas y por eso pidieron una postergación. Hubo quienes vieron en ese pedido un primer intento de ruptura, que no prosperó.
Los puntos 2 y 3 de la orden del día de la reunión convocada para este miércoles son para informar cómo se lleva adelante el proceso licitatorio y la posibilidad además de extender los plazos para que se puedan realizar las presentaciones de los interesados. Después de varias quejas la Superliga decidió extender la fecha para que se presenten ofertas hasta el 3 de de febrero, un límite que de todos modos se considera exiguo.
El llamado a licitación se dio a conocer a fines de diciembre y apenas preveía un mes para que los interesados pudieran presentar sus planes. El escaso tiempo previsto provocó el enojo de los interesados, sobre todo cuando se conoció que la Superliga ya había recibido una oferta.
“Podrían haber contratado con ese oferente, pero quisieron quedar bien, cómo que hacen las cosas con transparencia y decidieron convocar a una licitación internacional con un plazo muy corto”, comentó un ejecutivo de una de las empresas interesadas en participar del negocio.
Los derechos que la Superliga le otorga al llamado “iniciante”, la forma en que se denomina a la compañía que supuestamente le llevó la primera propuesta a la entidad, siguen siendo objetados por otros participantes por considerar que se le otorgan ventajas y además se le asigna una suerte de indemnización de medio millón de dólares en caso no resultar elegida.
Una de las cartas con severos cuestionamientos que trascendió es la del grupo español Mediapro, que lamentó el escaso tiempo disponible para desarrollar una propuestas técnica y económicas, además de los beneficios otorgados al “iniciante”. Por eso directamente pidieron que se realice una nueva convocatoria a una licitación que se pueda desarrollar en forma adecuada sin tantos cuestionamientos.