Boca no tiene ni vive momentos de paz desde hace mucho tiempo. Ni siquiera cuando venció a River en el Monumental en marzo de este año encontró tranquilidad. El apático empate del Xeneize ante Godoy Cruz en la Bombonera habría sido la gota que colmó el vaso, o al menos eso buscan instalar desde el club de la ribera.
El club que comanda Sebastián Battaglia igualó en uno ante el conjunto mendocino y, tranquilamente, el resultado podría haber sido mucho más catastrófico de no ser por Javíer García, quien reemplazó a Agustín Rossi por lesión. El flojo nivel de juego mostrado por Boca en lo que va en el año provocó que los rumores en torno a una inminente salida del técnico comenzaran a instalarse.
De hecho, durante todo el jueves no se habló de otra cosa que del deseo de Juan Román Riquelme, vicepresidente de Boca, y del Consejo de Fútbol de romper el vínculo con el máximo ganador en la historia del club. Esto, claro está, instalado a partir de la suspensión de la conferencia de prensa que debía encarar el propio Battaglia una vez finalizado en encuentro contra Godoy Cruz.
Hasta ahora, solo se escucharon dos voces en relación a estas versiones. La primera fue la del propio García, quien una vez elegido figura del partido aclaró: “Uno nunca desea ser la figura, tenemos que ser autocríticos y empezar a ganar de local. Sabemos que no lo estamos haciendo bien los jugadores y tenemos que empezar a remontar esto. Los jugadores no opinan del técnico en el vestuario, porque eso lo hace solamente la prensa".
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El otro fue el propio Battaglia, quien se hizo presente en el predio de Ezeiza para dirigir la práctica por la tarde del plantel, para luego reunirse con Juan Román. "Si, contento (por el recibimiento del hincha en el predio, donde se sacó fotos y firmó camisetas). La verdad es que estamos bien, trabajando, queremos que el equipo mejore, pero estamos pensando en el próximo partido para tratar de mejorar y buscar el triunfo, que es lo que buscamos". explicó.
Consultado por el periodista Martín Arévalo sobre las palabras de Carlos Bianchi, quien le pidió al hincha paciencia, el DT agregó: "Le agradecí a Carlos, sabemos que él siempre transmite paciencia, fue un faro y una guía para todos nosotros, y es bueno el apoyo de él para todos nosotros en momentos difíciles. Nosotros queremos trabajar, que el equipo mejore y que Boca pueda hacer las cosas bien".
Finalmente, Battaglia afirmó qué está con fuerzas para seguir y descartó la posibilidad de dar un paso al costado. "Siempre estoy fuerte. Confío en los jugadores, en el plantel y queremos mejorar. Haremos una autocrítica sin duda interna, entre nosotros, y buscaremos lo mejor para lo que viene", concluyó. Pero si bien el DT no quiere alejarse, las autoridades del club no están para nada conformes con las últimas actuaciones de Boca.
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Lo cierto es que tanto el vice como el entrenador están en el predio de Ezeiza para definir el futuro del club. Distintos rumores y versiones apuntan a que el Consejo busca la salida de Battalia de inmediato. De hecho, el nombre del Cacique Alexander Medina, que acaba de salir de Inter de Porto Alegre, sería uno de los elegidos para reemplazarlo. Alguien dentro del club se animó a proponer a la dupla de la Reserva Hugo Ibarra-Mauricio Serna.
Esto último, sin embargo, fue descartado casi de inmediato porque entienden que sería como tirar leña al fuego y seguir "quemando" las apuestas a futuro. Cabe remarcar que la relación entre Riquelme y Battaglia está tirante desde que el vice hizo bajar a todos los jugadores del micro para pedirles una reunión en el vestuario de la Bombonera después de la derrota con Gimnasia LP.
Al entrenador no le gustó nada, ya que estaba en la conferencia de prensa cuando ocurrió. De hecho, tras la victoria ante Argentinos Juniors, Battaglia tiró un enigmático comentario al finalizar el partido: “Me voy antes de que se me metan al vestuario”. Esta frase no fue dedicada a los periodistas, sino a los dirigentes del club. Claro está, esto significó un punto de no retorno, al punto de que casi no hay diálogo entre ellos.
Los rumores en cuanto a la salida de Battaglia se acentuaron anoche cuando el DT decidió cancelar la conferencia de prensa post partido "porque no tenía ganas de hablar", algo que ocurre por primera vez desde que asumió en el cargo. La decisión de Battaglia se debe al mal momento de un equipo que no ganó todavía en su estadio en la Copa de la Liga y también porque quiso cuidarse de hacer alguna declaración que pudiera complicar el futuro y su relación con el plantel.
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En la noche post partido en La Bombonera, mientras los futbolistas se retiraban junto al cuerpo técnico en el micro que lo llevaba al hotel donde estuvieron concentrados para luego partir a sus hogares, los integrantes del Consejo de Fútbol se quedaron reunidos en el segundo piso de la Bombonera hasta las 2 de la madrugada, como suelen hacerlo después de cada partido de local.
En otro sector de las oficinas del estadio Alberto J. Armando, Riquelme dialogaba con parte de la mesa chica de la comisión directiva quienes habitualmente no acuden al predio de Ezeiza. Más allá del flojo rendimiento futbolístico, Boca suma 18 unidades en la Zona B y sigue en el cuarto puesto, en zona de clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional. El próximo partido será el sábado en Santiago del Estero desde las 19 por la fecha 12 de la Copa de la Liga.
La intención de Battaglia para ese encuentro es jugar con un equipo alternativo y darle descanso a la mayoría de los titulares, quienes estuvieron en los empates ante Lanús y Godoy Cruz, dos partidos donde la idea era definir la clasificación a la siguiente fase pero no se pudo conseguir ese objetivo. Luego de ese partido, Boca asumirá un compromiso importante el martes en San Pablo ante Corinthians, en un partido que puede definir la continuidad del entrenador.