En el partido más importante de sus últimos 20 años, River le ganó 3 a 0 a Tigres y obtuvo su tercera Copa Libertadores de América.
Los goles fueron de Lucas Alario, a los 44 minutos del primer tiempo, Carlos Sánchez de penal a los 27 del segundo y Ramiro Funes Mori, seis minutos después.
Alario inició la goleada.
tensión en el primer tiempo
Antes del primer gol, la más clara había sido para los mexicanos, pero el francés Gignac no pudo definir en una muy buena situación.
A los 33 minutos José Rivas -que disputaba la posición con Alario- rozó la pelota con la mano, pero el árbitro no cobró el penal para River.
El partido empezó con muchos nervios.
Desde los 35 minutos, el local generó varias llegadas por derecha, pero no pudo romper la resistencia de la última línea de Tigres.
El premio llegó al final, con un gran anticipo de cabeza de Alario, después de un centro de Vangioni por la izquierda.
el gol de alario
El estadio Monumental presentó un marco imponente.
Fiesta en la previa de la final.
estiró la ventaja
En el segundo tiempo abundó la pierna fuerte, con River buscando proteger la ventaja como sea y los mexicanos yendo a buscar las bandas.
El visitante, sin embargo, falló otra vez un par de situaciones en el área chica.
Bajo la lluvia, River volvió a gritar campeón.
A los 27 minutos del complemento, el Millonario lograba pasar sin mayores sobresaltos un encuentro de muchísima tensión.
Fue entonces cuando Carlos Sánchez entraba al área y le cometieron penal. El mismo volente uruguayo se encargó del envío: pateó a la izquierda del arquero argentino Guzmán, que se tiró a la derecha.
Festejo uruguayo para el 2-0.
el penal y el gol de sánchez
Seis minutos después, un cabezazo de Ramiro Funes Mori dio el golpe de knock out: River ya celebraba su tercera Libertadores.
el gol definitorio
Así terminaba una noche inolvidable para River, que ahora irá -como el Barcelona de Messi- por el Mundial de Clubes en Japón.
Antes de la entrega del trofeo, Fernando Cavenaghi, el hombre más aplaudido de la noche, anunció que este fue su último partido en River. No pudo tener una mejor despedida.