por Florencia Tozzi
14 Septiembre de 2023 15:21En las últimas horas se dio a conocer un hecho aberrante que impactó y a la vez trajo a escena una cantidad de casos similares. En medio de una investigación que se llevó a cabo por presuntas acusaciones de abuso sexual en la Federación de Tenis de Francia, que culminó justamente con un detenido condenado a 18 años de prisión, la ex deportista de la disciplina, Angélique Cauchy brindó un conmovedor y terrorífico testimonio en el cual aseguró haber sido abusada sexualmente “400 veces”.
Pasaron años en los que se investigó profundamente si eran reales las acusaciones de abuso sexual que sucedían en la Federación de Tenis y tras comprobarlo, en el 2021, Andrew Gueddes, un ex entrenador del lugar, fue condenado a 18 años de prisión tras confirmar que abusó en varias ocasiones de menores de entre 12 y 17 años.
Su infancia fue totalmente arruinada en manos de Gueddes y hoy, a sus 36 años y ya habiendo dejado el Tenis atrás, pudo poner en palabras todo el dolor que sufrió y las pesadillas que le tocó vivir a través de quien era su entrenador cuando ella tenía entre 12 y 14 años. Dos años de tortura y las autoridades de testigo, que decidieron mirar hacia otro lado.
Fue en un discurso ante la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento, en el cual Cauchy dio detalles de lo sucedido y hasta manifestó que en varias ocasiones, pensó en quitarse la vida. “Viví una pesadilla que arruinó mi carrera. Pensé varias veces en suicidarme. Burlándose de mí, llegó a decirme que tenía el sida. Y viví diez o quince años pensando que podía tener el sida”.
En cuanto a la relación que tenían, contó que debido a que su familia no tenía un poderío económico para abonar torneos, viajes y competencias, Gueddes tomó el rol de tutor y emprendió un camino en el cual dibujaba hacerse cargo de ella para su carrera profesional. “No teníamos mucho dinero, para mis padres era un alivio que alguien me llevara a los torneos y gestionara mi entrenamiento. Me dejaron con total confianza. Yo soy como tu segundo padre, tú eres como mi hija”.
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“El primer suceso ocurrió de forma gradual e insidiosa. Empezó viniendo a acostarme por la noche, luego vino a mi cama, me preguntó si podía abrazarme y me dijo que no tenía hijos. Luego fueron las caricias en el estómago, en las nalgas, y luego vino a masturbarse a mi lado. Mi cerebro se desconectó cuando sucedió esto”, detalló."Durante el juicio conocí cuál era su mecanismo. Él era de La Baule. Nos llevaba allí a sus víctimas para pasar a un nivel superior. Pasé los peores 15 días de mi vida, hubo tres violaciones por día durante dos semanas. Los 13 pasos que me separaban de su habitación para ir a que me violaran. La primera noche me pidió que fuera a su habitación y no lo hice. Y así entró en la mía. Fue peor. Estaba presa, no podía salir cuando quería", indicó.
Y continuó: "Yo le decía: 'no deberías, no está bien, no quiero'. Y él me respondía: 'ya sabes que esto sucede a veces en las relaciones entre entrenador y alumna, pasamos tanto tiempo juntos, es normal'. Pero yo no quería, él tenía la edad de mi madre".
A la vez, dio a entender que las autoridades sabían lo que estaba sucediendo, pero todos prefirieron correr la vista hacia otro costado sin decir ni actuar de ninguna forma. ''Hubo una especie de silencio donde todos sabían que lo que estaba pasando era sospechoso. Como las personas no estaban seguras, se dijeron a sí mismas que no les correspondía a ellos gobernar, sino a los padres. Pero es un error no proteger a los niños”.
Sobre el secreto más profundo que debió guardar, aseguró: ''Si no dije nada en ese momento es porque un día mi padre nos dijo a mi hermana y a mí: 'Si alguien te hace daño, no voy a esperar. Que se haga justicia, le pondré una bala entre los dos ojos, incluso si eso significa pasar veinte años en la cárcel. No quería correr el riesgo de que mi padre se tomara la justicia por su mano y fuera a prisión”.
Acerca del juicio que le tocó atravesar como víctima de lo sucedido, comentó: “Hablé durante siete horas sin parar. Durante el juicio, el capitán de policía encargado de la investigación dijo: “Para Angélique, fue diarrea verbal”. Me acordaba de todo, los lugares, los colores de los suelos y las paredes, las formas de la lámpara, el tiempo...''.
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Lamentablemente, este no es el primer caso que aparece en escena en el mundo deportivo. En agosto del 2022 la jugadora argentina de tenis de mesa, Cielo Rotryng Álvarez realizó un breve comunicado a través de su cuenta de Instagram en el cual contó que le tocó vivir una de sus peores, o quizás la peor pesadilla: a sus 14 años fue abusada sexualmente por su colega de nacionalidad chilena, Juan Lamadrid Barraza, en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD).
A sus 19 años, brindó declaraciones después de haberse tenido que guardar durante cinco años un recuerdo que le paralizó la vida. “Recién hoy puedo y tengo la fuerza para contarlo”, aseguró. En esa misma línea, detalló que no le fue fácil no sólo sacar ese momento a la luz, sino también saber que su vida cambiaría por completo al exponerse de tal forma a ella y de cierta manera a él, que cuenta con total popularidad en su país.
Más allá del comunicado en su perfil de Instagram, la joven también indicó que le realizó la denuncia correspondiente, de la cual ya hubo respuestas: Barraza se encuentra en prisión preventiva y la espera del juicio para conocer su condena, a pesar de haber negado rotundamente haber abusado sexualmente de la deportista. En ese entonces, también declaró que desconocía completamente la causa, más allá de que meses anteriores, había posteado una serie de fotos en su cuenta de Instagram riéndose de la víctima y en la cual escribió: "Yo soy de la calle, tengo códigos, tengo hermana, tengo mamá, no me conocen. Les voy a meter una denuncia a todas y todos y me van a tener que pagar. O me pagan o se van presos. Corta".
En su perfil, en un comunicado escrito y reflejado en su celular, redactó: “Recién hoy puedo y tengo la fuerza para contar lo que sucedió hace cinco años atrás, yo, Cielo Rotryng Álvarez, con apenas 14 años de edad y la inocencia de cualquier niña. El 14 de diciembre del 2017 Juan Lamadrid Barraza de nacionalidad chilena, abusó sexualmente de mí en pleno campamento del Abierto de la República Argentina de Tenis de Mesa disputado en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo posterior al Campeonato Sudamericano de Mayores”.
De esa manera, asentó: “Yo me pregunto: ¿Hasta cuándo nos van a seguir pasando estas cosas? No fue mi vestimenta, tampoco el horario ni el lugar. Si no hay consentimiento, es violación. Hoy decido no callarme más”.
En Estados Unidos, un estremecedor caso se lleva absolutamente todas las miradas: los abusos sexuales cometidos por Larry Nassar. El ex médico focalizó toda su carrera dedicada para las gimnastas de su país, pero aprovechándose de su profesión, cometió más de 300 delitos sexuales por los cuales hoy se encuentra en prisión cumpliendo una condena de entre 40 y 175 años.
Todo comenzó en el año 2014 cuando una de las víctimas, Amanda Thomashow, realizó la primera denuncia asentando que en la Universidad Estatal de Michigan (MSU) él la había acosado sexualmente de manera inapropiada en un examen médico, lo que hizo que se destape una ola de casos interminables. Seguido a ella, un año después, fueron otras cuatro las víctimas que hicieron presente su queja por el mismo motivo.
En el 2016, Rachael Denhollande y Jamie Dantzscher, miembro del equipo olímpico de Estados Unidos en Sídney 2000, ejecutaron sus propias denuncias asegurando que en la década del 1999 y 2000, fueron abusadas sexualmente por el médico, por lo cual también realizaron las respectivas demandas en el caso. En ese mismo momento, Nassar fue despedido de la Universidad por contar con varias denuncias por detrás.
Dos meses más tarde, el ex médico fue acusado por tres personas de ocasionar un abuso sexual incluyendo a una menor de 13 años, aunque el fiscal que llevaba adelante la causa lo declaró inocente y fue liberado con una fianza de un millón de dólares. Hasta el momento, había un listado de 50 víctimas.
En ese mismo instante en que ocurría todo eso, Nassar fue detenido y acusado de cargos federales de pornografía infantil y las fuentes cercanas al caso, determinaron que poseía miles de imágenes de niños y niñas recopiladas desde el año 2003, hasta el 2016. Meses después, él mismo se declaró como culpable de tres cargos de pornografía infantil.
Sin embargo, a fines del 2017, volvió a declararse culpable. Esta vez, fue por siete cargos de conducta sexual criminal en primer grado como parte de un acuerdo de culpabilidad a cambio de que los fiscales retiren otros ocho cargos contra él, y además, pidió que no se le agreguen más denuncias. Sin embargo, a principios de diciembre, fue condenado a 60 años de prisión por cargos de pornografía infantil.
En enero del 2018, 156 mujeres se presentaron y declararon ser víctimas por abuso sexual de él. Aquella audiencia, culminó con la jueza Rosemarie Aquilina condenando a Nassar a entre 40 y 175 años de prisión y diciéndole: “Acabo de firmar tu sentencia de muerte”.