Todo rompen
por Alejo Paredes
22 Noviembre de 2023 08:06La alegría era total. La Selección Argentina había logrado lo que ningún otro seleccionado sudamericano consiguió en todos estos años: vencer a Brasil de local por eliminatorias, con todo lo que eso significa. Para ser claros: el contundente cabezazo al ángulo de Nicolás Otamendi le quitó un total de 64 partidos invicto (51 triunfos y 14 empates) al scratch, luego de la grave -y ya habitual- represión policial que sufrieron los hinchas argentinos en el mítico Maracaná.
Pero mientras los jugadores argentinos, con Lionel Messi a la cabeza, celebraban el triunfo al ritmo de "Brasil, decime que se siente", el técnico campeón del mundo y creador de este equipo que solo le supo dar gloria al suelo argentino masticaba bronca. "Ahora toca parar la pelota y ponerme a pensar. Tengo muchas cosas que pensar en este tiempo", fueron las palabras que Lionel Scaloni pronunció poco después de haber vuelto hacer historia.
Al santafesino poco le importó que Argentina se haya convertido en la única selección en vencer a Brasil en su casa por eliminatoria, ya que tenía algo en el pecho que quería soltar. "Estos jugadores nos han dado un montón de cosas a todo el cuerpo técnico y necesito pensar qué voy a hacer", sumó el DT, poniendo en duda su continuidad como entrenador del equipo campeón del mundo. "La vara está muy alta", aclaró minutos después.
La bomba que detonó Scaloni ante todo el mundo evidencia un cansancio, por no decir, hartazgo, con la actual dirigencia del fútbol argentino, comandada por el titular de la AFA, Claudio Chiqui Tapia. Con éste último ya había tenido un fuerte cortocircuito en la renovación de contrato tras coronarse en Qatar y desde el entorno del oriundo de Pujato se habla de un "desgaste lógico" producto de lo hecho, los años transcurridos y los éxitos conseguidos.
Sin embargo, otros sostienen que Scaloni está hartó de la constante improvisación y desorganización de los dirigentes de la AFA y, claro está, del propio Tapia. Por ejemplo, no poder usar el estadio Monumental, sede del conjunto albiceleste, y tener que disputar un partido clave ante Uruguay en La Bombonera, luego del fallido intento de trasladar aquel duelo al estadio Mario Alberto Kempes, de Córdoba. "No es un adiós, pero necesito pensar porque la vara está muy alta", dijo Scaloni.
Otro punto que molestó a Scaloni, y a sus dirigidos, fue lo ocurrido en Brasil durante la noche del martes. La Policía brasileña volvió a reprimir a hinchas argentinos, esta vez en las tribunas del estadio Maracaná, en la previa del duelo entre la Selección y el combinado local, por las Eliminatorias Sudamericanas, rumbo al Mundial 2026. Al ver lo que ocurría en las tribunas, Lionel Messi, en su rol de capitán, juntó a sus compañeros y le avisó al árbitro: "¡Nos vamos"!".
Minutos después, las cosas se calmaron y los futbolistas regresaron al campo de juego luego de que se les garantizara la seguridad de los hinchas. Sin embargo, fuentes cercanas al conjunto albiceleste afirman que fue Chiqui Tapia quien los "convenció" de salir a jugar contra Brasil luego de los incidentes, ya que ninguno de los integrantes de la Scaloneta, incluido su DT, estaba dispuesto a tolerar lo que había ocurrido en las tribunas del estadio de Río de Janeiro.
Está claro que el conflicto interno o lo que estaría obligando al DT a dar un paso al costado, no es con sus dirigidos ni con su cuerpo técnico, a quienes había reunido minutos antes para sacarse una "última foto" en el verde césped del Maracaná. "Está complicado seguir y seguir ganando. Esta Selección necesita un entrenador que tenga todas las energías posibles y que esté bien. Ya se lo comunicaré al presidente (de AFA, Claudio "Chiqui" Tapia) y a los chicos", resaltó.
Los que lo conocen a Scaloni hablan de "falta de respaldo e improvisación", algo que abunda en el fútbol argentino. Otra cosa que habría molestado al DT campeón del mundo fue aquella pregunta sobre las supuestas sociedades anónimas que pretenden incursionar al fútbol argentino de la mano del presidente electo, Javier Milei. Antes del duelo contra Uruguay, Scaloni evitó opinar sobre la privatización de los clubes: "Nada, cero. En eso no me meto".
Los que saben del tema afirman que esto enfureció a Tapia, quien ya le había manifestado públicamente su apoyo a Sergio Massa y buscaba el respaldo del DT de la Scaloneta. Recordemos que Milei había declarado: "Los clubes como están ahora pueden seguir sin ningún tipo de problema. La pregunta es, ¿por qué restringir la posibilidad de tener clubes que sean son Sociedades Anónimas? ¿Qué pasa si alguien quiere que su club sea como el Manchester City? ¿Cuál es problema?".
Lo cierto es que el técnico campeón del mundo puso en duda de forma sorpresiva su continuidad al mando de la Selección Argentina y dejó entrever una posible renuncia a pocos meses del comienzo de una nueva ilusión: la Copa América. La pelota hoy la tiene Chiqui Tapia, cuya figura pende de un hilo si pierde a su único "caballito" de batalla frente a las constantes y contundentes críticas que recibe a diario por el paupérrimo nivel que presenta el actual torneo del fútbol local y los pésimos arbitrajes.
