Antes del arranque del segundo tiempo del partido entre Boca y Gimnasia, válido por los cuartos de final de la Copa Argentina, una pelea entre hinchas de ambos equipos le dio lugar al desembarco de la Policía, quien no titubeó a la hora de comenzar a reprimir.
La seguridad que se encontraba dentro del estadio Marcelo Bielsa disparó con balas de goma hacia las dos parcialidades para frenar la disputa entre las mismas. La violencia y el descontrol fue tal, que Juan Román Riquelme bajó del palco en el que se encontraba y le puso el cuerpo para frenar el avance de la Policía.
Escoltado por Raúl Cascini y "Chicho" Serna, Riquelme le pidió a "La Doce" que regresara a su lugar para frenar la represión. Después de unos minutos de diálogo con "Lana" Gatica y "Topadora" Kruger, los directivos lograron pacificar la situación en Rosario.
Quienes se llevaron la peor parte fueron los "triperos", quienes no contaron con el respaldo de sus directivos y se vieron afectados por los gases lacrimógenos y los disparos de la Policía. A diferencia de RIquelme, el cuerpo médico se acercó luego de los incidentes para asistirlos con agua.