27 Julio de 2022 11:13
Una vez más, la implementación del VAR en Argentina dejó en evidencia que la herramienta tecnológica, en manos de seres humanos, puede ser utilizada exactamente para el fin opuesto que fue creada: la injusticia. En este caso, para que las sospechas sean aún mayores, el beneficiado fue nada menos que para Barracas Central, el equipo del presidente de la AFA, Carlos Chiqui Tapia.
Sin embargo, hasta el día de la fecha, los errores nunca habían escalado tanto como ayer. Luego del pitazo final, los jugadores del equipo derrotado, Club Atlético Patronato, se le fueron al humo al árbitro del partido y las protestas terminaron en una batalla campal contra la policía. A pesar del pésimo arbitraje de Jorge Baliño, la violencia no hizo otra cosa que cambiar el foco de la información.
Cuando los fallos arbitrales siempre fallan
El partido se disputó en el estadio de All Boys y terminó con la victoria de Barracas Central 2 a 1 frente a Patronato. Pero antes de eso, los colegiados metieron la cola para influir negativamente en el resultado. La primera polémica no fue tal. A instancias del VAR (a cargo de Diego Abal), el árbitro decidió anular a los 22 minutos el gol de Axel Rodríguez por un offside que solo la tecnología puede advertir. Hasta acá, todo correcto.Luego, sí, llegaron las equivocaciones. A los 38 minutos del segundo tiempo, Raúl Lozano definía al ángulo y marcaba el gol que le daba la victoria momentánea al Patrón. Pero apareció Diego Abal una vez más y complicó el panorama.
Según su apreciación, en la jugada previa al gol lícito de Lozano, el jugador Justo Giani habría tocado en el área a Brian Calderada y los árbitros cobraron lo imposible: penal para Barracas. Tras ver una y otra vez la repetición de la jugada, puede advertirse cómo el jugador del Guapo se tira en el área al sentir un leve contacto del rival. No era penal.
A pesar de la injusticia, Pablo Mouche erró la pena máxima y mantuvo la paridad por algunos minutos. Finalmente, tras un gol sobre la hora de Sebastián Rincón, para Barracas, el ánimo de los jugadores de Patronato volvió a alterarse.
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Entonces llegó la hecatombe, la debacle total. Una sucesión de hechos bochornosos que terminó con la detención de cuatro jugadores (Juan Barinaga, Matías Pardo, Axel Rodríguez y Justo Giani) y el entrenador de arqueros (Damián González). Aunque primero el foco de protestas fue Jorge Baliño, los reclamos terminaron en golpes de puño contra la policía.
Por los incidentes, la delegación del Patrón estuvo demorada por más de tres horas en el vestuario mientras la Fiscalía Especializada en Eventos Masivos y Espectáculos Deportivos, a cargo de la doctora Celsa Ramírez, ordenaba la detención de los cinco profesionales del cuerpo técnico de Facundo Sava.
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Los futbolistas estuvieron en la Comisaría número 10 de Floresta, luego de que la Fiscalía dispusiera las detenciones por infracción a los artículos 96 y 230 del Código Penal. “Los jugadores van a declarar ante la Fiscal en forma presencial y no por videoconferencia como se había dicho en principio y seguramente quedaràn liberados a la brevedad y podrán volver a Paraná, mientras las actuaciones judiciales seguirán por otro camino”, explicó el presidente de la entidad, Marcelo Achile. Con respecto a los futbolistas, aclaró: “Están cansados porque estuvieron toda la noche siendo trasladados en móviles hasta que llegaron a la comisaria de Floresta”.
Por su lado, el Director Nacional de Arbitraje, Federico Beligoy, se lavó las manos y declaró para Radio La Red: "Esto empieza con una desinformación periodística en la primera jugada. Desde la transmisión y el banco de suplentes se dijo que era un escándalo el offside cobrado, y estuvo bien sancionado. Nosotros usamos el VAR para darle herramientas al árbitro, cuando estemos preparados y la AFA lo crea conveniente pasaremos los audios del VAR".
Y agregó: “Las cuatro decisiones tomadas por el VAR están bien sancionadas".
