Lo que debía ser una fiesta y una lección de pasión y fútbol para el resto del mundo, terminó en un hecho bochornoso con agresiones y gas pimienta que le provocó heridas a los futbolistas de Boca. Uno de los jugadores más perjudicados después de que hinchas de River arrojaran objetos contundentes al micro que los trasladaba- como ladrillos o piedras- fue Pablo Pérez.
El volante de Boca tuvo que ser trasladado en ambulancia a una clínica debido a que tenía cortes en su brazo izquierdo y astillas en uno de sus ojos producto de los vidrios que estallaron. En este panorama, muchos hinchas de River desbordaron los molinetes de acceso a la platea Belgrano Baja del estadio Monumental y la policía lanzó gas pimienta para controlar los disturbios.
Un socio del Millonario que ingresó a la cancha con sus ojos irritados y cubriéndose la boca con su remera explicó que el incidente se produjo por la gran concentración en la puerta de acceso y las demoras en el control del ticket para habilitar el pase. Según pudo saber BigBang, decenas de hinchas con sus entradas no pudieron ingresar a la cancha debido a que estaba “colapsada”.
Los jugadores de Boca en el vestuario
La situación fue controlada rápidamente y efectivos de seguridad privada del club realizaron algunas detenciones de hinchas, lo que produjo un cántico masivo en contra del presidente Mauricio Macri, fanático de Boca. Pasadas las 15, el Monumental presentaba una ocupación del 70% de su capacidad y cientos de hinchas buscaban ingresar como sea.
Hinchas de River con entradas en la puerta sin poder ingresar al Monumental.
Por otro lado, comenzó a circular un video en el que se puede ver como una hincha de River le pega bengalas en el cuerpo a su hijo para poder ingresarlas al estadio. Se ve claramente cómo una mujer usa cinta adhesiva para llenar el torso del menor con pirotecnia, despertando la indignación de los internautas debido a lo peligroso de esa situación.
Hasta el momento, a través de su cuenta de Twitter la Conmebol confirmó que el encuentro por la vuelta de la final de Copa Libertadores entre River y Boca se postergó para las 18 horas. Sin embargo, los dirigentes del xeneize se rehúsan a jugar el partido y se mantiene desde hace varios minutos reunidos con las autoridades de Conmebol y del Millonario.