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Insólito: las medallas tienen menos oro y más botellas reclicadas

Aunque representan la ambición más alta de cada deportista, contienen apenas un pequeño porcentaje del metal precioso.

15 Agosto de 2016 05:20
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Al momento de recibir su medalla de oro olímpica, muchos deportistas la muerden al momento de posar para fotografías. El origen de este gesto tiene que ver con que -en siglos pasados- para determinar si un objeto era de oro se lo presionaba levemente con los dientes: el metal precioso quedaría marcado gracias a su especial maleabilidad. 

La medalla de la "Peque" tiene apenas un 1,34% de oro. 

Sin embargo, lo cierto es que el contenido de oro en las preseas doradas de los Juegos Olímpicos es mínima. Apenas un 1,34% del metal está presente en su constitución, donde la plata es el elemento mayoritario (en un 92,5%) y el cobre también está incluido en un 6,16%.

Y, de hecho, hace décadas que esto es así: las últimas medallas olímpicas hechas totalmente de oro fueron las de Estocolmo 1912. 

Lo que sí debe respetarse es la regla del Comité Olímpico Internacional que determina que cada presea dorada debe contener al menos 6 gramos de oro de 24 quilates. En total, las medallas hechas por la Casa de la Moneda de Brasil para estos Juegos pesan alrededor de 500 gramos y, de acuerdo a su composición metálica, tiene un valor estimativo de 600 dólares. 

Sin embargo, por supuesto, ese precio meramente material se eleva considerablemente una vez que el objeto pasa a ser entregado a un atleta, lo cual le brinda un valor simbólico que la convierte en un premio sumamente preciado para cualquier coleccionista. 

De esta manera, incluso si ha sido ganada por un deportista no demasiado conocido, una medalla de oro ganada en cualquier disciplina puede alcanzar hasta 10.000 dólares en una casa de subasta.

Vocación ecológica

En los Juegos Olímpicos de Río, las elegantes cajas que se entregan junto a las medallas para que puedan ser almacenadas con comodidad son hechas exclusivamente con madera proveniente de bosques que cumplen con los máximos estándares certificados de sostenibilidad.

Las cajas donde se guardan las medallas están fabricadas con madera sustentable.

Además, el oro se obtuvo por un proceso libre de mercurio, un gran contaminante que suele utilizarse en la extracción minera, y las medallas de plata y bronce se fabricaron con un 30% de material reciclado. Las cintas de las cuales cuelgan las preseas también incluyen un 50% de plástico proveniente de botellas recicladas.