El presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, formalizó la queja ante la Conmebol por el arbitraje del ecuatoriano Roddy Zambrano en la semifinal de la Copa América entre Argentina y Brasil luego de la eliminación del combinado nacional. La forma fue una carta oficial dirigida al presidente de ese organismo, Alejandro Dominguez.
Tapia, como varios referentes del plantel argentino, estallaron en bronca luego de que Zambrano no cobró dos claros penales a favor del seleccionado por lo que lo acusaron de localista ya que la Copa América se disputa en Brasil. En especial apuntó contra el presidente de la Comisión de Árbitros de la Conmebol, Wilson Seneme.
En su misiva, a la que tuvo acceso este medio, además le dedicó un “palito” al diputado nacional del oficialismo y ex árbitro de primera división, Héctor Baldassi, a quien criticó no sólo por estar en una posición dentro del control de árbitros de la Conmebol, sino también porque siendo argentino convalidó las decisiones que perjudicaron al seleccionado.
La carta de la AFA fue contundente. Entre los puntos más salientes, el mandamás de la calle Viamonte aseguró hubo “irregularidades” antes y durante el partido con Brasil; que la Selección fue “perjudicada por el cuerpo arbitral”; que se había advertido de los “antecedentes negativos” de Zambrano; que todo se agravó con “la presencia del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro”; que Seneme “manifiesta incapacidad para ejercer el cargo”; que Baldassi “consiente los manejos irregulares” del brasileño que conduce los destinos del arbitraje sudamericano. Y hasta el estado de los campos de juego cuestionó Chiqui.
Al margen de la situación el Director Nacional de Arbitraje de la AFA, Federico Beligoy, solicitó también los audios entre Zambrano para determinar qué fue lo que dijo el árbitro ya que en el informe oficial que elaboró a pedido de Tapia se enumeran una serie de errores arbitrales.
"La imprudencia en la designación arbitral generó un evitable ambiente previo al encuentro, agravado por la presencia del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, que no pasó inadvertida para jugadores, dirigentes y público en general, ya que fueron evidente sus manifestaciones políticas durante el desarrollo del juego, no pudiendo dejar de mencionar que en el entretiempo dio una verdadera vuelta olímpica por el estadio", expresó Tapia.
Habrá que esperar cómo termina la historia.