24 Septiembre de 2015 18:17
El fútbol argentino sigue inmerso en la violencia. Esta vez fue el turno de la barra de Vélez Sarsfield, que fue a “apretar” al plantel por los malos resultados obtenidos en el torneo local.
La última derrota ante Estudiantes, el sábado pasado por la fecha 25, enfureció a los dueños de los trapos y de los negocios paralelos al fútbol.
El equpo de la V azulada suma 25 puntos (ocupa el puesto 23°) con seis victorias, siete empates y doce derrotas en 25 partidos.
El líder de la barra, Pedro Paz, habló de forma vehemente con los jugadores, en su mayoría juveniles. Fue ayer, antes del entrenamiento.
Yamil Asad, hijo de Omar (ex jugador e ídolo del club) y Fausto Grill, fueron los más atacados por los miembros de “La Pandilla”, como se denomina la barra violenta de Vélez.
El presidente Raúl Gámez, quien se encuentra de viaje, avisó al inicio de su gestión que se iba priorizar "el campeonato económico por el futbolístico”, que marcha de forma impensada.
La barra de Belgrano mostró su enojo con los jugadores.
Esto se suma a lo que pasó el viernes en el entrenamiento de Belgrano de Córdoba, que también recibió la visita de los barras, fastidiosos con sus jugadores por haber quedado eliminados de la Copa Sudamericana ante Lanús.