En las últimas horas, varios rumores indicaron que Daniel Alberto Passarella, campeón del mundo con la Selección Argentina y figura histórica de River Plate, padece una enfermedad neurodegenerativa similar al ELA. Según las informaciones que dieron a conocer varios medios, la supuesta enfermedad no sólo le causaba secuelas físicas, sino que además le provocaba falta de ubicación en tiempo y espacio. Incluso un allegado le dijo al diario Olé: "Ya no es más el Passarella que conocimos. Ahora es otro Daniel”.
Y el diario deportivo amplió la información: “El Kaiser sufre hoy un proceso de deterioro cognitivo similar al que vivió su papá. Sus íntimos aseguran que muy pocas veces sale solo de su casa y que sus únicas actividades en la actualidad son algunos paseos en su Mercedes Benz por las cercanías de la casa de Lomas de San Isidro pero con asistencia, ya que abruptamente puede olvidarse la dirección a la que iba o perder la orientación".
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Apenas 24 horas después de esa publicación, la familia de Passarella emitió un comunicado para desmetir el grave diagnóstico y dar detalles sobre su salud. La nota está firmada por Graciela Benvenuto, esposa del ex director técnico de Argentina, y su hijo Lucas y negaron que sufra Alzheimer, Mal de Parkinson o ELA.
En el comunicado afirmaron: “Daniel está atravesando solo un estado de tristeza con signos de depresión a raíz de la situación vivida durante la pandemia. Las circunstancias de haber estado alejado de sus amigos y de su actividad habitual, aunado a su problema de sordera que contribuyó a aislarlo mucho más perjudicaron su estado de ánimo de manera esporádica”.
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Más allá del comunicado, desde el círculo íntimo de Passarella aseguraron que quedó muy afectado por los meses en los que no pudo visitar a su hijo en Chacabuco por la pandemia. Y a eso se le sumó el golpe que significó la muerte de Alejandro Sabella, uno de los grandes amigos que le dio el fútbol y con quien compartió años en River y también en el banco de suplentes del seleccionado, cuando el Kaiser se hizo cargo del equipo como DT y tuvo a Sabella como ayudante de campo junto al Tolo Gallego.
Además los familiares desmintieron cualquier tipo de enfermedad degenerativa. De hecho, se prepara para viajara a Qatar en noviembre para presenciar los primeros partidos de la Selección en el Mundial. Según afirmaron fue invitado por ser campeón del mundo y viajará con su hijo Lucas y su nieto Ignacio que tiene 10 años. Antes viajará a Europa, el 21 de septiembre, adonde también fue invitado por la FIFA, para presenciar los festejos por los 40 años del título que obtuvo Italia en España 1982.
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En el día a día, Passarella realiza diversas actividades siempre vinculadas al deporte en Buenos Aires y cada semana viaja a Chacabuco, su ciudad natal y donde vive su hijo. El 16 de julio, el ex futbolista presenció el torneo de futsal infantil que organiza la Dirección de Deportes del municipio. De hecho, el diario local publicó fotos con los niños del equipo Los Kiricochos, en el que jugó su nieto.