06 Septiembre de 2021 12:21
Después de que las autoridades sanitarias brasileñas irrumpieran en el campo de juego al inicio del partido entre la Argentina y Brasil por las Eliminatorias del Mundial Qatar 2022, la Selección de Lionel Scaloni regresó a los pasillos del estadio y abandonó el campo de juego a la espera de alguna definición oficial y por temor a cometer cualquier error que pudiera ser motivo de amonestaciones o mayores impugnaciones. SIn embargo, con el correr de los minutos, Lionel Messi y el director técnico, Lionel Scaloni, regresaron a la cancha para averiguar qué estaba sucediendo.
Antes de regresar, Messi le había dado su camiseta a su amigo Dani Alves y estaba en cuero. Apurado por ver qué es lo que sucedía e intervenir como Capitán del conjunto albiceleste, Leo casi sale sin remera al campo de juego, algo que podría haber sido sancionado por el árbitro y condicionado la posición de la Argentina de cara a la disputa por los puntos del partido. ¿Quién le dio una mano? De acuerdo a lo consignado por el sitio TyC Sports, quien se percató de esto fue Tato Pagano, reportero gráfico de la agencia internacional Getty Images que sigue desde el 2017 a la Selección.
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El propio fotógrafo le confirmó al sitio de noticias que fue él quien le dio su pechera, para evitar así alguna sanción adicional al conjunto nacional. Lo que nadie sabe es qué hizo el capitán de la Selección después de abandonar el estadio. Y es que las imágenes de "La Pulga" con la pechera de fotógrafo dieron vueltas al mundo en cuestión de segundos. De hecho, ya son muchos los vivos los que venden réplicas en Internet por valores que van de los cinco mil a los ocho mil pesos.
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¿El valor estimado de la pechera que usó Leo en lo que será recordado como uno de los partidos más polémicos de la historia de la FIFA? Millones de dólares. Sin embargo, nadie sabe qué fue lo que hizo con ella y bien podría haber terminado en el bolsón de remeras general, impidiendo así la identificación de la misma y su posterior venta. Sin dudas, un negocio millonario que ni se le cruzó por la cabeza a Messi, ni a ninguno de los que lo rodeaban.