Después de la votación 38 a 38 un nuevo escándalo salpica a la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). Es que la asamblea virtual que se celebró en mayo del año pasado -en el que fue electo como presidente por un nuevo mandato Claudio “Chiqui” Tapia- fue objetada en la Justicia y ahora sería la Inspección General de Justicia (IGJ) la que determine si hubo o no irregularidades en ese proceso.
Asimismo, el organismo que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, tendría que determinar si se trata de un mecanismo válido para la elección de autoridades. Es que tanto asociaciones civiles como partidos políticos y hasta empresas optaron por prorrogar mandatos durante el año pasado ante la duda de si tenía validez o no una votación mediante una videoconferencia.
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Uno de los puntos clave del reclamo fue la actitud de Tapia de votar de forma anticipada un año antes de que se venciera su mandato. El primer término de la gestión del mandamás del fútbol argentino era hasta 2021, pero la votación se celebró más de un año antes de la finalización de presidencia. Eso generó todo tipo de dudas dentro de la AFA.
En este contexto, la dirigencia de San Martín de Tucumán decidió ir a la Justicia con el reclamo. La causa recayó en el Juzgado Civil 59 de la Ciudad, a cargo de Mariana Callegari, que en las próximas horas, según trascendió, tomaría la decisión de pedirle a la IGJ que se inmiscuya en el expediente para determinar si hubo irregularidades en la votación. De encontrarse, tendría que votar nuevamente con la posibilidad concreta de que Tapia quede excluido y no pueda participar para buscar un nuevo mandato.
Un punto clave que tiene que ver con la actuación de la IGJ durante las mencionadas elecciones, es que nunca validó lo que determinó la Asamblea de la AFA. Si bien el organismo de control estuvo presente durante la votación que se realizó vía Zoom, no emitió un dictamen sobre el acto administrativo de la asamblea.
Al reclamo que realizó San Martín de Tucumán se suma el que ya había hecho antes el club Nueva Chicago. Las paradojas del destino hicieron que los que apoyaron a Tapia para llegar en 2017 a la conducción de la AFA son los que ahora le dan la espalda. Es que el ex yerno del camionero Hugo Moyano logró sentarse en la conducción del fútbol argentino con el apoyo de los clubes del interior y del asenso, pero no con los grandes de la primera división.
¿Cuál es el eje de los dos planteos? Que básicamente en las actas no consta información alguna sobre qué sucedió en la elección, cantidad de votos, los motivos por los cuales se decidió pasar a una “acción de aclamación” por parte de un sólo directivo, que nunca se explicó la forma correcta de conexión de cada uno de los representantes de los clubes y que no hay constancia de los miembros que estuvieron ausentes, entre otras cuestiones.
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Si la IGJ determina que la elección tuvo vicios o irregularidades se abrirá nuevamente una disputa por la conducción de la AFA y, en estos momentos, ya aparecen tres nombres conocidos para ese lugar. Uno de los que siempre ronda es el del conductor Marcelo Tinelli, quien tuvo que tomarse una licencia como presidente de San Lorenzo entre las quejas de los hinchas por la administración del club y los malos resultados deportivos. Otro de los que suena, con el apoyo de Sergio Massa, es el presidente de Lanús, Nicolás Russo. Identificado con el Frente de Todos, el presidente del club granate recibió una dura derrota electoral en esa localidad bonaerense en 2019 a manos del intendente Néstor Grindetti. Quien completa el podio es el presidente de River, Rodolfo D´Onofrio.