Cada vez que el jugador del Arsenal Arron Ramsey convierte un gol, inevitablemente algún famoso muere. La maldición con la que carga desde hace siete años, se confirma una y otra vez. El miércoles el club se enfrentó al Liverpool y a los 14 minutos del primer tiempo, la profecía se ponía en marcha una vez más, con un remate raso que el galés convirtió en el Estadio Anfield. Horas más tarde falllecía el actor inglés Alan Rickman, víctima de cáncer.
Alan Rickman, la última “víctima” de Ramsey
Así es que a pesar de valorar sus dotes en el campo de juego, Ramsey es objeto de burlas y cierta estigmatización por ser considerado yeta o mufa. Esto ocurre desde el 16 de cotubre de 2009, cuando el jugador consiguió su primer gol internacional ante Liechtenstein. Dos días después, moría el reconocido periodista deportivo español Andrés Montes.
Ramsey no es un futbolista extremadamente goleador. En concreto, en la liga inglesa ha jugado 172 partidos con el Arsenal y ha anotado 26 goles. Es decir, marca un gol cada seis partidos, aproximadamente.
Sus dotes son cuestionadas, pero sus goles son mortales.
A pesar de no ser un eximió jugador, la lista de sus víctimas es extensa y se multiplica sin excepción. Así en 2001 Bin Laden, Steve Jobs y Al-Gadafi murieron después de un tanto de Ramsey, al igual que Chavela Vargas en 2012 y Robin Williams en 2014.
El trágico historial de Ramsey que lo convirtieron en “mufa”.
Pero no hay que remontarse muy atrás en el tiempo para comprobar esta teoría. Tras meter un gol el pasado domingo al Sunderland, todos se preguntaban quién sería su próxima víctima. Un día después se dio a conocer una de las noticias que conmocionó al mundo del arte, el fallecimiento de David Bowie.