Después de la intempestiva salida de Lionel Messi del Barcelona y de su "pase exprés" al París Saint Germain, el club catalán debió tomar una fuerte decisión: ¿qué hacer con las miles de nuevas camisetas con el apellido de "La Pulga" que ahora ya nadie quiere comprar?
Durante décadas, el club facturó miles de millones de euros por la venta de la camiseta de su reconocido capitán. Pero con Messi en el PSG y el desencanto de los hinchas del club, muy críticos por el manejo de la salida de su ídolo, las autoridades debieron hacer una suerte de subasta para sus empleados y bajaron en un 70 por ciento el precio de venta de todos los productos vinculados a Lio: camisetas, shorts, gorros, ropa de entrenamiento y más.
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En tanto, los hinchas también pueden comprar la nueva camiseta con el apellido Messi, aunque a mitad de costo: el Barcelona debió reducir en un cincuenta por ciento la facturación que pensaba generar estas semanas con Messi en el plantel. ¿Un dato no menor? La mayoría de las casacas en venta fueron devueltas por los hinchas que accedieron a ella mediante la modalidad "prepaga" luego de la salida de la "Pulga".
En efecto, Messi jamás llegó a lucir la nueva casaca: cabe recordar que cuando se presentó, el capitán del equipo se encontraba concentrado con la Selección argentina en el marco de la ronda de Eliminatorias que tuvo lugar en el mes de junio, muy poquito antes de la Copa América.
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El tiro les salió por la culata. La nueva camiseta de Messi en el PSG, con el 30 en la espalda, es uno de los principales ingresos del club francés. Tan sólo en los primeros tres días en los que estuvo a la venta (con elevados precios que iban de los 90 a los 180 euros, según modelo y tamaño), el club facturó 100 millones de dólares.