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La pelota no se mancha: Macri quiere que las finales de la Copa se jueguen con público visitante

El presidente informó por Twitter que instruyó a la ministra de Seguridad para que coordine el operativo con su par porteño, Martín Ocampo, y que las dos finales de la Libertadores se disputen con público de ambos equipos.

02 Noviembre de 2018 07:41
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El superclásico entre Boca y River por la final de la Copa Libertadores aún no tiene fecha confirmada, pero la polémica ya está en marcha. Ahora, se volvió a sumar el presidente Mauricio Macri, quien le pidió a la ministra de Seguridad que garantice el operativo para que se pueda jugar con público local y visitante.

La novedad sorprendió porque minutos antes de que el presidente dijera en sus redes sociales que esperaba que el superclásico pudiera jugarse con público de ambos equipos, el director de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, Guillermo Madero, descartó que el encuentro pueda disputarse con simpatizantes de River y Boca. Ayer el ministro de Seguridad porteño, Marín Ocampo, se había expresado en la misma línea.

El superclásico histórico se disputará durante noviembre.

 

Sin embargo, el mensaje del Presidente fue claro. En su Twitter aseguró que “lo que vivirán los argentinos en unas semanas es una final histórica”.

“También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz. Le pedí a la ministra de Seguridad que trabaje con la Ciudad para que el público visitante pueda ir”, sostuvo Macri.

Lo llamativo es el cruce entre Nación y Ciudad por el superclásico. Mientras Ocampo y Madero niegan por completo la posibilidad de que se pueda disputar con público de ambos clubes, es el propio presidente el que se mete en la polémica.

 

El último superclásico por torneos oficiales que se jugó con público fue en Mendoza el 14 de marzo pasado, con victoria de River 2 a 0. Antes, había sido en 2013, en la Bombonera, donde empataron 1 a 1.

La “intromisión” de Macri en el superclásico comenzó hace ya varios días. Antes de la primera semifinal, le dijo a una radio de La Rioja que de ninguna manera “quería una final entre River y Boca porque al que pierda le va a costar 20 años recuperarse”, y porque le quitaría el sueño.

 

Ayer, en una conferencia de prensa que ofreció en la ciudad de Río Cuarto, provincia de Córdoba, remarcó: “Esto que vamos a vivir es una fiesta del deporte y el fútbol, única. La tenemos que disfrutar como tal, lamentablemente uno va a perder, es así: uno va a ganar y otro va a perder. Entonces, aquel que pierda va a ser durísimo. Claramente va a ser durísimo, porque esta final no sé cuándo, si alguna vez se vuelve a repetir, pero no por eso vamos a dejar de disfrutarla. Y para disfrutarla tenemos que hacerlo con esos valores: con el respeto, la armonía y la paz”.

 

En declaraciones a radio La Red, Macri aseguró esta mañana: “No voy a ir a la cancha de Boca, como Presidente nunca he ido”,  y agregó que 

“esto va a ser histórico, durante tres semanas vamos a estar hablando de este partido. Va a ser una fiesta tremenda". “No me hago cargo de los que dicen que el Presiente no está para el fútbol, trabajo muchas horas por día”, puntualizó Macri, que remarcó: "¿Cómo que no podemos? Cuando nos comprometemos, los argentinos hacemos cosas como los mejores del mundo".

¿CUÁNDO? UN MISTERIO

La Conmebol modificó la fecha prevista en una primera instancia para disputar la final por cuestiones operativas, ya que en Buenos Aires se llevará a cabo la cumbre del G-20 y no se podrá disputar espectáculos deportivos los días previos al 30 de noviembre. Por eso, se definió ayer que se disputen los sábados 10 y 24 de noviembre, aunque esas fechas tampoco convencen.

Macri quiere que el superclásico se dispute con público.

En primer lugar, los presidentes de River y Boca argumentaron cuestiones “religiosas” de respeto a la comunidad judía, que desde la salida de la primera estrella los viernes y hasta el sábado cuando aparece la primera estrella conmemoran el Shabat, un día sagrado en la semana. Pero además, los sábados se disputan partidos de la Superliga, y hubo equipos que expresaron el malestar porque se dispute un sábado el encuentro entre River y Boca.

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