08 Enero de 2016 09:52
Guillermo “Willy” Cañas, el ex tenista argentino, abrió su corazón y se animó a contar una situación que le genera mucha angustia. Luego de su retiro en el 2010 del deporte que lo supo hacer conocido, el ex número 8 del mundo se lesionó y dejó de hacer ejercicio. Esto le causó una crisis que lo llevó a aumentar de peso y llegó a pesar 122 kilos. Ahora pelea para volver a estar en un peso saludable.
El ex tenista en su peor momento. Llegó a pesar 122 kilos.
“Después del retiro (2010) hacía mucho ejercicio, pero hace dos años me lesioné la rodilla y lo dejé completamente. Por estrés laboral empecé a comer y engordé 26 kilos”, expresó el actual entrenador del tenista ruso Teymuraz Gabashvili en una entrevista con la agencia de noticias alemana DPA.
Actualmente está más delgado pero confiesa que todavía le “falta bajar 10 kilos”.
Y luego contó la pesadilla que vivió una vez que se retiró del tenis: “Fueron dos años con un peso que oscilaba entre 116 y 122 kilos; en 2014 empezó. Una vez sola había pasado los 90 y me asusté, pero después no paré: pasé los 100, los 110, los 120. Me cuidé muchísimo los primeros cuatro años después del retiro, pero vino la lesión en la rodilla y se me fue de las manos”.
Willy y su lucha fuera de las canchas: intenta llegar a los 92 kilos.
Luego agregó: “Cuando estaba excedido comía cualquier cosa, sobre todo lo dulce, que me gusta mucho”. Y continuó detallando su descontrol con la comida actualmente: “Además, no es que como dos facturas; como dos docenas. O en lugar de una pizza me como tres”.
Cañas se entrenaba y pesaba 83 kilos en su época de tenista.
Además confesó lo difícil que se le hace combinar el trabajo con su bienestar físico: “Cuando estoy muchas horas seguidas en la academia y no puedo hacer actividad física, me estreso y entonces empiezo a comer. Me es difícil encontrar el balance con el trabajo y la comida, es una lucha día a día”.
Willy, en su mejor momento, contra Roger Federer:
También detalló las situaciones vergonzosas que vivió por culpa del sobrepeso: “Mi mujer siempre me bancó. Cuando nos casamos, hace dos años, era uno de los peores momentos míos: pesaba 118 kilos. Todo el mundo se pone flaco para casarse, entonces le dije: 'Vos ya viste lo peor de mí, más arriba no voy a ir más'. Y me aguantó dos años más”.
Para finalizar contó que sueña con volver a estar bien físicamente: “Pude bajar hasta 90. Pero ahora volví a subir, 10 kilos en los últimos dos meses. Estoy en 100 nuevamente. Como jugador competía con 83 y 85, pero no creo que llegue a 85 nunca más. Entre 92 y 95 es donde tengo que estar”.