por Nicolás Morente
07 Julio de 2015 02:06El rol de Lionel Messi en la Selección fue cuestionado por el pueblo argentino y futbolero, que divide las aguas entre los que apoyan y critican al astro del Barcelona, que no puede ganar un título con el seleccionado mayor. Factores, miles, respuestas, pocas, y menos desde un entorno que lo resguarda e intenta aislarlo de las críticas desmedidas de los medios y el hincha, fastidiado que no puede celebrar desde hace 22 años.
¿Por qué no puede brillar como en el Barcelona? ¿Por qué camina la cancha? ¿Por qué se aburre? ¿Le pesa la camiseta? ¿Por qué no puede jugar bien las finales? ¿Lo condiciona la comparación permanente con Diego Maradona?. Las preguntas se multiplican.
Para sus allegados, los medios lo presionan mucho y él lo siente.
El factor psicológico incide en cualquier ser humano, y los grandes jugadores como Messi, también sufren la presión y la exigencia. Está claro que en el Barcelona, ese síntoma lo alimenta dentro de un entorno en el que se siente cómodo, pero que a la vez es exigente y donde el fracaso lo perturbó en 2014, cuando tuvo una temporada sin títulos. Al año siguiente lo revertió con la triple corona, lo que muestra que está preparado para superar situaciones de adversidad, como cuando los medios españoles instalaron que se quería ir del Barsa.
“No está contento”
Fernando Signorini, preparador físico de Diego Maradona en México 86, y de Lionel Messi, en Sudáfrica 2010, analiza el momento del astro rosarino. “Estar contento genera expectativas y a él no lo vi bien en la final. Lo vi contrariado, lejos de tener la pelota, como el llanero solitario, esperando la pelota muy lejos. El esquema no lo favoreció, porque Martino, sin mala intención, creyó que era lo mejor para el equipo y no salió. Parte del periodismo es irrespetuoso, y culpable de esa presión que se genera sobre él, que solo jugó mal un partido”.
La Selección ha sido su cuenta en pendiente en momentos cumbres Leo perdió junto a sus compañeros las finales de la Copa América en 2007 y 2011, y la final de la Copa del Mundo de 2014. Llegar a las finales no es sencillo y ganarlas tampoco, pero el efecto de la presión que siente Messi cuando se pone la camiseta albiceleste, no es un dato menor.
Mirá como se lamenta por la final perdida ante Alemania
En 2011, luego de quedar eliminado ante Uruguay, hizo dudar a Messi de seguir jugando en el seleccionado. Durante la era de Alejandro Sabella se vio un Messi alegre y con mayor efectividad en la red. El fútbol es un juego en equipo en el que los compañeros inciden en el juego de Messi.
Durante el ciclo Sabella, más allá de la táctica, el objetivo del técnico fue tener cómodo al 10. Ese fue el consejo que le dio Pep Guardiola para hacer brillar al rosarino, y Pachorra lo cumplió al pie de la letra, con Javier Mascherano como interlocutor de cada consulta o sugerencia.
Leo tomó el liderazgo en casi toda la Copa América, inclusive en las semifinales. “El cambio de esquema del técnico en la final lo aisló del juego permanente, y no hizo rendir a la Pulga de la mejor manera ante Chile”, analizaron personas cercanas a Messi. El segundo factor fue la férrea marca, de los chilenos, que lo frenaron mejor que en Europa, y tercero, los compañeros no se asociaron y contagiaron a la Pulga. “Se aburre cuando está cerca de la pelota”.
“Vi jugar mal a Diego (Maradona) muchas veces en Nápoli, partidos en los que no tocaba la pelota. Messi es un gran jugador y muy buen chico al que no se valora todo lo que hizo para jugar en la Selección. Hay mucha ingratitud a Leo, que no debería volver a jugar en el seleccionado. Leo es feliz con la pelota.”, analizó Signorini sobre la eterna comparación con Maradona.
Qué dice su entorno
El entorno de Messi descarta todas las versiones de aburrimiento y entiende que “hay mucha ingratitud” de algunos medios que “instalan en la sociedad versiones sin fundamentos futbolísticos. “El análisis del mal partido de Messi, debe hacerse sobre el planteo y cuántas veces tuvo la pelota”.
“Veo a Messi enchufado cuando no mira para abajo”, declaró Martino previo a la Copa América. Estos factores que lo fastidian a la hora de jugar, lo obligan a caminar la cancha, mirar hacía bajo, durante largos minutos, y viajar mentalmente a otro lugar en el que solo Messi conoce el lugar y las razones de su bajón anímico.
Martino quiere que mire para arriba
En la final jugada en Chile, sobre 120 minutos de juego, 12 minutos estuvo ausente, mientras que en Brasil ante Alemania, pasó 11 minutos sin contacto con la pelota. “Nunca le llegó la pelota, la tuvo pocas veces.y tenía pocas sociedades para descargar. El semblante es una consecuencia de no tener contacto con el balón”, argumentan los allegados al jugador.
Mirá las caras de decepción de Messi ante Chile
Tras perder la tercera final en ocho años, Messi se aisló del fútbol, y se tomó más de 20 días de vacaciones para repensar qué será de su futuro. Su círculo íntimo, madre, padre y hermanos, le aconsejaron alejarse por un tiempo de la Selección, que tendrá acción en septiembre con nuevos amistosos ante México y Brasil, de cara a las Eliminatorias que comenzarán en octubre.