Mateo tiene 15 años, es uruguayo y está enfermo de cáncer. Su idolo es Luis Suárez, goleador del Barcelona de España. Los médicos de la Fundación Pérez Scremini, donde se atiende el joven, decidieron darle una sorpresa. Lo convocaron para realizar una interconsulta vía skype con un profesional español, que resultó ser nada más y nada menos que el delantero charrúa.
Suárez apareció con la pantalla de la computadora a oscuras y un forzado acento español. Cuando reveló su verdadera identidad el chico se emocionó hasta las lágrimas. Le dio ánimos y prometió regalarle la camiseta del equipo culé. El jugador de la selección uruguaya apadrina a la fundación oncológica y suele realizar este tipo de acciones solidarias.
Suárez, de 28 años, llegó al Barcelona envuelto en polémica. Venía de morder al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial y estuvo suspendido cuatro meses. Aquella jugada fatal fue la repetición de otras dos. Cuando jugaba en el Liverpool inglés, el delantero mordió al defensor del Chelsea Branislav Ivanovic; cuando vestía los colores del Ajax le hincó los dientes al holandés Otman Bakkal.
Este mal comportamiento dentro del campo repercutió en forma negativa en su carrera. Motivó infinidad de análisis pseudo psicológicos e incluso la pérdida de sponsors. Esta temporada, el uruguayo muestra estadísticas admirables: 21 goles (15 de ellos en 2015).
El trío sudamericano del Barsa (Messi, Suárez y Neymar), rompe redes y busca quebrar el récord.
El tridente ofensivo que compone junto a Neymar y Lionel Messi lleva 102 goles, y busca romper el récord de Liga, establecido en 118 goles por Cristiano-Higuaín-Benzema.