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Mauricio Macri, de "cartonero" exitoso en el fútbol a candidato

El jefe de gobierno porteño tiene una historia particular con el fútbol. No solo lo juega sino que también lo ejerció como presidente de Boca. Su gestión de 12 años no arrancó bien; la llegada de Bianchi, el gran nivel de Juan Román Riquelme, Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto hicieron glorioso un ciclo que lo hizo saltar a la política.

25 Octubre de 2015 16:19
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Los dos candidatos presidenciales tienen relación directa con el deporte. Mauricio Macri, que llegaba con la experiencia de manejar las empresas ligadas a su familia y de ser el presidente Sevel, usó al fútbol como trampolín político para saltar a la arena que lo puede consagrar mañana como Presidente de la Nación. 

El candidato del frente Cambiemos decidió involucrarse en la vida política de Boca Juniors, el club de sus amores. En 1995 decidió presentarse y le ganó la elección a Antonio Alegre y Carlos Heller, una dupla directiva que había salvado al xeneize de la debacle económica. Macri fue en la fórmula junto a Pedro Pompillo y cosechó 7.058 votos contra los 4.515 del oficialismo de ese entonces.

“Estoy feliz a medias, pero queremos un gran futuro para los boquenses”, anunció Macri. Esa tarde, Boca cayó por goleada ante Racing. Fue 6 a 4 en la Bombonera, y esa derrota sacó al equipo que lideraba dentro de la cancha Diego Maradona de la pelea por el torneo que se terminaría llevando el Vélez de Carlos Bianchi.

Su primer técnico elegido fue Carlos Bilardo. Hizo limpieza de jugadores pero no hubo resultados. 

No todas fueron rosas en el camino para el hombre que usaba bigotes y que todavía no peinaba canas. Remodeló la Bombonera con palcos vip, y el día de la inauguración fue goleado por Gimnasia de La Plata 6 a 0 con Carlos Bilardo como entrenador, el primer técnico elegido por su gestión. Luego llegó Héctor “Bambino” Veira y tampoco se podía celebrar con champagne.

Mauricio Macri ejerció 12 años la presidencia de Boca. 

La solución a las críticas llegó en julio de 1998 cuando Carlos Bianchi revolucionó la historia del club con tres Copa Libertadores y dos copas Intercontinentales. Además, ganó cuatro torneos locales.

Entre ambos se produjo una química exitosa. Ese equipo, con grandes jugadores como Juan Román Riquelme, Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto transformó en glorioso su ciclo. Después Alfio Basile también ayudó a llenar de copas las vitrinas del club. 

El histórico desplante de Bianchi a Macri

Para la historia quedó la conferencia de prensa en la que Macri le pidió a Bianchi que explicara en público sus razones para alejarse del primer ciclo de Boca en 2001. El Virrey lo plantó. 

Una dupla exitosa para Boca a nivel local e internacional. 

En 2003,Bianchi regresó y todo siguió igual: éxito deportivo asegurado pese a algunas diferencias personales que se lograron maquillar en busca de resultados. El dinero y los altos contratos fueron la solución.

Con el otro referente que tuvo diferencias fue con Juan Román Riquelme. Cuando Macri tomó el mando de Boca compró el club Parque, semillero de baby fútbol donde se formaron muchos de los mejores jugadores argentinos. Entre esas promesas estaba el mejor 10 de la historia del club xeneize. Con idas y vueltas, la imagen que recuerda a ambos fue cuando después de marcarle un gol a River, el volante se acercó al palco donde estaba el presidente y le cuestionó diferencias contractuales haciéndole el “Topo Gigio”, una mueca que quedaría para la historia. 

El famoso topo Gigio de Riquelme 

Entre esas idas y vueltas también se puede mencionar la gestión de Macri para su vuelta en 2007. Mientras buscaba ser jefe de gobierno porteño, logró el regreso de Román a Boca luego de su paso por Villarreal.  

Boca salió campeón de América frente a Gremio y el día de la consagración salió en vivo en la transmisión de Canal 13 celebrando con un alto rating la última Copa Libertadores ganada por Boca horas antes de las elecciones a jefe de gobierno.

Con Diego Maradona también tuvo picantes y ocurrentes cruces. Macri asumió en un momento difícil del astro. El 10 tuvo dos regresos en su gestión, el primero bajo la dirección técnica de Bilardo y el último en 1997, con Veira.  Un dóping positivo lo obligó a retirarse del fútbol. La frase que quedará grabada es la de “Cartonero Báez”, crítico con Macri a la hora de gastar dinero.

La revista El Gráfico reflejaba las diferencias. 

Desde lo institucional remodeló  la imagen y la marca de Boca con un sello comercial para el mundo y hasta cotizó en la bolsa con el pase de sus jugadores. La llegada Jorge Griffa como director de juveniles dejó su marca. Una de las promesas de campaña fue que Boca jugaría con 11 jugadores surgidos de sus Inferiores. Si bien esto no se concretó, lo cierto es que el xeneize vendió muy bien y por cifras millonarias al exterior. 

A su vez, no pudo solucionar la injerencia de la barra en el club y recortó las actividades deportivas de otras disciplinas. Potenció un ingreso más exclusivo para ver los partidos.

El día que se bajó de la presidencia de Boca

Macri ejerció la presidencia desde 1995 hasta 2007. Sus doce años cosecharon éxitos deportivos que ayudaron sin dudas para que deje de ser el hijo Franco Macri para pasar a ser Mauricio, el empresario, ayer dirigente del fútbol, y que mañana quiere ser presidente. ¿Podrá? 

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