La herida sigue abierta. Pasaron once días desde la final en la que la Argentina se consagró campeona del mundo en Qatar y le quitó a Francia la posibilidad de celebrar su segunda victoria consecutiva en la historia de los mundiales. Todavía con la derrota y la furia impregnada en su retina, Kylian Mbappé rompió el silencio y habló por primera vez de lo que sintió el día que la Scaloneta lo pasó por encima.
"Creo que nunca lo asimilaré", reconoció el delantero francés, en alusión a la definición en Doha. "Pero no hay razón para que mi club pague por un fracaso en la selección. El PSG no es responsable. Intenté volver con la mejor energía posible", sumó, luego de darle la primera victoria al equipo parisino en su regreso a las canchas tras el mundial.
Quien aún no se reincorporó al plantel es Lionel Messi, que sigue disfrutando de sus merecidas vacaciones familiares. La relación entre ambos es excelente, incluso pese a la victoria del equipo dirigido por Lionel Scaloni. "Hablé con Lio después del partido. Lo felicité porque el Mundial era la búsqueda de su vida para él. Para mí también, pero fallé; así que siempre tenés que ser un buen rival. Esperamos a que regrese Leo para volver a ganar partidos y marcar goles", reveló.
Desde Rosario, Messi compartió una historia en sus redes sociales en la que mostró cómo seguía el primer partido del PSG después del mundial en vivo, junto a su familia. Una clara señal de apoyo no sólo a sus compañeros, sino también a Mbappé; quien recibió el cariño de la hinchada con cánticos desde las tribunas del estadio.
Pocos olvidan las imágenes del "Dibu" Martínez cargando a un bebé con la máscara de Mbappé durante la caravana victoriosa de la Scaloneta. De hecho, la postal dio vuelta al mundo e indignó a los medios franceses. Pero la reacción del delantero fue magnánima, tal vez en reciprocidad por el gesto que el arquero argentino tuvo minutos después de la final, cuando logró levantarlo del piso y le dio un fuerte abrazo ante la mirada de un atónito Emmanuel Macron.
"Las celebraciones no son mi problema. No gasto energía en cosas tan triviales. Lo más importante para mí es dar lo mejor para mi club", esquivó con elegancia el futbolista. Las declaraciones se alinean con las de Christophe Galtier, entrenador del PSG, quien desdramatizó las gastadas y evitó así una interna en su vestuario: "No voy a comentar sobre cómo los argentinos celebraron su victoria en la Copa del mundo. Lo que pasó en los festejos les pertenece a los argentinos y no depende de mí".