29 Diciembre de 2022 10:50
El escenario es el domingo 18 de diciembre en que Argentina es campeón del mundo en Qatar. Los festejos se hicieron en la cancha entre los jugadores y todo el cuerpo técnico, después ingresaron los familiares y, más tarde, la emoción mundial se trasladó a los vestuarios.
Resulta que en ese momento de caminata posterior, Lionel Messi estaba ya sin sus botines. Caminaba tranquilo, probablemente por la alegría de no poder creer haber trabajado durante 16 años para estar en el lugar que estaba, en el momento indicado y con el nivel preciso para traer con él la Copa del Mundo a su casa. Atrás, Emiliano "Dibu" Martínez y Rodrigo De Paul y todo el grupo de la Scaloneta que saltaba al mismo tiempo que gritaba "Vamos, vamos Argentina, ¡salimos campeones!".
El 10, fiel a su espíritu que viene demostrando desde hace años, intentaba dar apretón de manos con su derecha a cada periodista y camarógrafo que se encontraba del otro lado de la valla. Es que con la izquierda sostenía la tercera de la selección. Entonces iba paso paso, despacio y pausado caminando en medias cortas con chancletas, marcando un ritmo lento en comparación con el resto festivo que avanzaba a salto agigantado.
Ocurre lo que podría pasarle a cualquiera en cualquier momento de cualquier día: un mal movimiento, un empuje o una pisada que invita a trastabillar el cómodo calzado que estaba usando La Pulga. Quizás fue De Paul, quizás fue otro compañero que se la quita o quizás fue la ráfaga de movimiento que se generaba por los saltos, pero Leo lo nota. Mira para atrás y para en dirección al piso en busca de su noble calzado.
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Por una milésima de segundo intenta frenar la caravana pero es el Dibu que le dice: "Seguí, seguí". Y es De Paul que no lo suelta del hombro para seguir hacia adelante agitando los colores. Leo sonríe, se le suelta una risa y se distrae por ese instante de lo que era uno de los festejos por ser campeón mundial.
Como el show debe seguir, el 10 continuó su camino con un pie en medias y el otro con chancleta. Este hecho probablemente perdido preocupó a un emprendimiento argentino que no podía dejar pasar la oportunidad: "¿Cómo Leo no va a tener chancletas para caminar con comodidad?"
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Al volver a la Argentina, más precisamente en Rosario, se lo ve a Messi en una historia de su cuenta de Instagram con unas chancletas blancas con el diseño de la bandera argentina. En la foto estaba con su pareja, Antonela, y con el futbolista Luis Suárez que también estaba acompañado por su novia, Sofía.
El modelo en sus pies le quedaba pintado. Este diseño original es de Bagunza, el emprendimiento de los argentinos Néstor y Roxana Gianzi, y los tres hijos de la pareja, Mauro, Emiliano y Luciano. La familia tuvo la brillante idea de prever una solución del posible problema que tendría el 10 y le enviaron unas cajas de su calzado inspirado en él en 2021 al predio de Ezeiza de la AFA.
El modelo se llama "MESS10" y también las hay en negro, pero a La Pulga le gustaron las blancas y en talle 42/43. El valor del calzado está en 5.000 pesos. Recién el 6 de diciembre de este año recibieron un mensaje que decía "Soy Leo" y las fotos que demostraban que el jugador campeón las usaba, al mismo tiempo que le gustaron tanto que quería que su familia las usara también.
Bazunga decidió contar esta historia en sus redes sociales y el video se volvió viral con más de 10 millones de reproducciones. "Nuestro sueño se hizo realidad, no lo podíamos creer. Esta es la historia de Leo Messi con Bagunza, algo inolvidable y eterno como la gloria del 18 de diciembre", compartieron emocionados.