Por un lado estaba el Barcelona, por el otro Celta de Vigo. Iban 23 minutos de partido, cuando Lionel Messi agarró la pelota y encaró hacía el arco rival. En el camino quedaron al menos cuatro jugadores. Claro está que la jugada terminó en gol y La Pulga abrió el marcador de la aplastante,que deja al club catalán como líder de la liga, por lo menos hasta que juegue el Real Madrid.
El gesto de Messi tras abrir el marcador.
Pero la victoria del Barcelona quedó en segundo plano. ¿La razón? Tras anotar el 1-0, Messi hizo con su mano derecha en tres oportunidades el gesto de hablar por teléfono con los dedos pulgar e índice junto a su cara, además de señalar, con gesto serio, a la tribuna del Camp Nou.
Muchos medios españoles se hicieron eco rápidamente del accionar del crack argentino y se lo adjudicaron al conflicto que mantiene el futbolista con la dirigencia del equipo. Cabe recordar que en junio del 2018, Lionel Messi podría convertirse en jugador libre por primera vez en su carrera.
Messi hizo dos goles en el 5 a 0 global.
Trasfondo de un contrato complicado
La renovación de su contrato con el equipo catalán está lejos de concretarse y de ahí el gesto de Messi. Seguramente, al hacer semejante gol, el argentino recordó las desafortunadas declaraciones del responsable de Relaciones Institucionales deportivas con la Real Federación Española de Fútbol, Pere Gratacós.
Las palabras del dirigente resonaron en cada rincón del mundo. “No fue solamente Leo, es una persona de las más importantes del equipo. Pero el que pasó fue todo el equipo. Leo sin Neymar, sin Suárez, sin Iniesta, sin Piqué, sin los demás jugadores tampoco sería tan buen jugador", polemizó en medio de las idas y vueltas de la renovación.
Sin embargo, la Comisión Directiva del Barcelona aseguró que, tras consultar a Messi por su gesto, este les habría respondido que fue para uno de sus sobrinos, quien lo estuvo llamando durante toda la tarde sin poder hablar. Si, claro, al igual que Juan Román Riquelme le dedicó el Topo Gigio a su hija, quien era fanática del personaje.
El recordado gesto de Román dedicado a la dirigencia de Boca.
El rosarino lleva varios meses ya dialogando con la dirigencia una eventual renovación. Una de las principales trabas para extender el vínculo es el temor de incumplir el fair-play financiero que exige FIFA, cláusula por la cual un club no puede gastar más del 70% de sus ingresos en salarios.