Lo que parecía un hecho, hoy terminó convirtiéndose en la noticia deportiva más importante de las últimas dos décadas: tras 21 años en el Barcelona y luego de haber conseguido 35 títulos -entre los que se destacan diez de La Liga, cuatro Champions League y siete Copas del Rey-, Lionel Messi dejará el club catalán y su futuro está cada vez más cerca del Paris Saint-Germain, donde juegan sus amigos Neymar, Ángel Di María y Leandro Paredes.
La noticia fue dada a conocer por las autoridades del club español a través de un comunicado publicado en las redes sociales del club que se tituló: "Leo Messi no seguirá ligado al FC Barcelona". “A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de La Liga española)", advirtieron desde el club.
Cabe recordar que el futbolista había quedado libre tras el final de la temporada 2020/21, pero aún estaba negociando con la institución para renovar. El Barcelona responsabilizó directamente a La Liga de España, debido a que el organismo es muy estricto con el límite salarial de cada club y por eso el conjunto catalán se había visto obligado a desprenderse de varios jugadores en un contexto de crisis en el mercado europeo (producto de la pandemia del coronavirus).
Días atrás, desde Barcelona habían señalado que esperaban llegar a un acuerdo con Messi en los próximos días y contar con el astro argentino a partir del próximo 8 de agosto. El propio Joan Laporta, presidente del Barcelona, había reiterado semanas atrás que las tratativas para el nuevo contrato con el capitán argentino estaban "bien encaminadas”. “Todo va bien según lo previsto. Todo progresa adecuadamente, todo va bien”, dijo el presidente azulgrana.
Desde el entorno de Messi y también desde el Barcelona habían descartado que el futbolista se reintegre a los entrenamientos con el plantel que dirige Ronald Koeman hasta tanto no se firme el nuevo contrato, que según había trascendido iba a ser hasta 2026 y en el que La Pulga habría aceptado una rebaja salarial de hasta un 50 por ciento. Si ir más lejos, en Barcelona “confiaban” en contar con Messi antes de que se dispute el tradicional Trofeo Joan Gamper, el domingo 8 de agosto.
En ese sentido, desde el club “culé” habían remarcado que estaban trabajando en la adecuación salarial de los “pesos pesados” del equipo y también en la salida de los futbolistas que no serán tomados en cuenta por Koeman. “Ambos temas son clave para poder rebajar el excedente de masa salarial que existe en este momento, que impide inscribir a los nuevos fichajes y afecta a la situación de Messi”, habían agregado.
Sin embargo, todos los planes se vieron frustrados por la demanda salarial del plantel del Barcelona. El club se encontraba muy por arriba del límite de gastos impuesto por la UEFA y, según reglas de la entidad europea de fútbol, la masa salarial de las instituciones miembros no puede superar el equivalente a 70% de los ingresos. En el caso de Barcelona, esa proporción era de 110%.
Tanto el Manchester City como el París Saint-Germain (PSG) son los principales candidatos en hacerse con los servicios del rosarino. El primero cuenta con el DT que supo sacarle su mejor potencial: Pep Guardiola, entrenador con el que ganó dos Champions League. Mientras que en el equipo francés están nada más ni nada menos que Di María, Neymar y Paredes, con quienes incluso estuvo de vacaciones hasta hace poco.