El piloto de Fórmula 1, Fernando Alonso, sufrió un violento accidente con su vehículo en el Gran Premio de Australia y a pesar de las estremecedoras imágenes del choque, el español logró salir caminando sin un raspón.
“He gastado una de mis vidas”, expresó sonriente a la prensa tras el choque. Es que el piloto agradeció a Dios por haber salido ileso de una maniobra que pudo haberle costado la vida.
Al intentar realizar una maniobra sobre otro competir, el neumático derecho delantero del McLaren de Alonso colisionó con la parte trasera izquierda del Haas de Esteban Gutiérrez, en el instante que el mexicano frenaba para tomar la curva 3 del circuito.
El piloto resaltó las medidas de seguridad implementadas por la F1.
El vehículo de Alonso salió lanzado a gran velocidad contra un muro de contención a un lado del circuito y perdió el control, dando vueltas en el aire.
El choque fue tan violento que los aficionados temieron lo peor antes de que Alonso saliera de la cabina y se alejara con evidentes muestras de conmoción, para estrechar la mano de un preocupado Gutiérrez y saludar al público.
"Doy gracias a la seguridad de estos autos", dijo Alonso. "Estoy vivo gracias al trabajo de la Fórmula 1 en los últimos 10 o 15 años", expresó aún consternado por el hecho.