Estaba en los cálculos, pero no por eso deja de ser triste. La Selección Argentina Sub 23 empató 1-1 con Honduras y se quedó afuera de los Juegos Olímpicos de Río. No tiene la culpa el Vasco Olarticoechea, que agarró el equipo de la noche a la mañana e intentó levantar un "muerto". La Argentina está eliminada y es doloroso para un fútbol que en lo que va del milenio ganó dos medallas de oro y que tenía material humano para volver a intentarlo.
Ángel Correa: la cara de la frustración.
La Selección no hizo méritos para ganar el partido: ni mostró un dominio territorial ni acumuló situaciones de gol ni dominó el encuentro. El empate es el resultado que mejor se ajusta a un partido chato. Con este resultado, Honduras pasó a la ronda siguiente. La Argentina, que antes había cosechado una derrota por 2 a 0 ante Portugal y un triunfo 2-1 ante Argelia, quedó sin chances.
Quedan como una anécdota el penal atajado por Rulli y el penal desviado por Correa. En un partido al que con buena voluntad podemos calificar como mediocre, empezó ganando Honduras con un gol de Lozano, de penal a los 75. Mauricio Martínez lo empató en el descuento, pero no fue suficiente. La Argentina había empezado a quedar afuera cuando su ex entrenador, Gerardo "Tata" Martino no lograba que los clubes le cedieran 11 jugadores para entrenar. Había jugadores que permitían soñar con llegar a más, pero no hubo el tiempo suficiente de trabajo y los resultados están a la vista.