Es una de las anécdotas más conocidas por los integrantes de la Generación Dorada y que pinta de pies a cabeza lo que significan las duras derrotas para el combinado nacional; pero en especial para ese grupo de jugadores. Después de la derrota en semis en Japón en 2006, el fondo de pantalla de Andrés “Chapu” Nocioni se convirtió en un fiel reflejo.
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En esa semifinal la Generación Dorada, que venía de ser campeona Olímpica en Atenas en 2004, llegaba a Japón con nuevo técnico, Sergio “Oveja” Hernández pero con el mismo equipo y sin cambios. Tanto la prensa especializada, como jugadores, dirigentes y espectadores sabían que por el nivel de ambos equipos sería evidente que el vencedor de la llave entre Argentina y España se coronoaría campeón.
España estaba arriba por un punto (75-74) con 14 segundos por jugar. Manu Ginóbili tenía la pelota en el centro de la cancha, con 10 segundos penetró por el centro, juntó dos marcas y habilitó al Chapu, que se encontraba sólo en la esquina. Con tiempo y espacio, todos veían un tiro de tres puntos con grandes chances de ingresar. Más aún cuando el alero venía de ser uno de los tiradores de tres más efectivos de la temporada regular de la NBA.
La revancha
No entró y Argentina tuvo que conformarse con el tercer puesto. Nocioni guardó ese momento en su computadora: fue su fondo de pantalla hasta 2016. Es que en los Juegos Olímpicos de Río, sí entró. Con ese triple contra Brasil el seleccionado logró calificar a los cuartos de final.
A eso se le suma que en 2012 Nocioni vivió una situación similar contra Rusia por la medalla de bronce. Ahí también falló un triple para dar vuelta la historia.