El penal que Lionel Messi y Luis Suárez transformaron en un golazo que será recordado por mucho tiempo. Fue una obra de arte del fútbol que el argentino y el uruguayo realizaron en la paliza por 6 a 1 que el Barcelona le propinó al Celta. Las imágenes recorrieron el mundo, y ahora aparecieron los imitadores, que lo único que demuestran que algo que pareció sencillo en los pies de dos cracks es tremendamente complicado en los de los simples mortales.
El episodio desopilante y bizarro sucedió en la liga de Zimbabwe, en Africa. Estaba a punto de terminar el partido y el Dinamos FC, el equipo más ganador del país, superaba por 4 a 0 al WhaWha FC. Entonces el árbitro cobra penal: una oportunidad perfecta para imitar a “La Pulga” y al “Pistolero”.
La jugada fue pergeñada por el delantero Roderick Mutuma, quien puso la pelota en el punto del penal y relojeó no una sino dos veces a su compañero y cómplice, Valentine Ndaba, que se ubicó en el vértice derecho de la medialuna. El problema fue que ninguno de los dos se dio cuenta que Ndaba estaba marcado por cuatro jugadores, que leyeron la jugada y acorralaron al delantero, que le pegó a la pelota y la mandó a tres metros del arco.