14 Junio de 2016 18:42
"Es una condición universal: aprovechar cualquier situación para convertir un gol. No son trampas deliberadas sino reacciones instantáneas", afirma el periodista Andrés Burgo en El Partido, libro que cronica las instancias que rodearon el encuentro entre Argentina e Inglaterra en México '86, sobre el primer gol de Diego Maradona en el encuentro.
La "mano de Dios", una de varias.
Y como evidencia la frase, la "mano de Dios" no es un hecho inédito en la historia del fútbol. Jugadores de todas las épocas, tanto en instancias decisivas como en partidos sin demasiado peso, hicieron uso de esa técnica non sancta para marcar. Todo sea por la victoria.
Tulio (Brasil) contra Argentina en la Copa América 1995. En cuartos de final del campeonato, que ese año se jugó en Uruguay, la Selección nacional comenzó ganando con un gol de Abel Balbo. Luego llegó el empate brasileño con una anotación de Edmundo, y Argentina volvería a ponerse al frente en el marcador después gracias a Gabriel Batistuta.
En el segundo tiempo, aguantando con una expulsión encima, el equipo albiceleste recibió la sentencia de la mano de un gol en el que Tulio bajó la pelota con la mano izquierda. El encuentro, así, fue a penales y Argentina terminó eliminada.
Thierry Henry (Francia) contra Irlanda en el repechaje de las eliminatorias para el Mundial 2010. Jugado el 18 de noviembre de 2009, este partido tuvo como escenario el estadio francés de Saint Denis y definía el último cupo europeo de clasificación al Mundial de Sudáfrica.
El encuentro terminó en empate y, en el alargue, Henry controló la pelota con la ayuda de su mano para habilitar a su compañero William Gallas, quien marcó el gol que envió al equipo a la máxima competición.
Miroslav Klose (Lazio) contra el Napoli en la Serie A italiana. En el 2012 el delantero alemán, jugando en las filas de la Lazio, marcó un gol con la mano que se salió de lo común gracias a su honestidad: Klose le confesó al árbitro, quien había convalidado el tanto, su pecado. El referí anuló el gol y el máximo goleador de la historia de los Mundiales quedó con la conciencia tranquila.
Raúl Ruidiaz (Perú) contra Brasil en la Copa América Centenario 2016. Fresquísima en la memoria, esta jugada desató cierta sensación de justicia entre el público futbolero argentino que lo interpretó como el karma frente a la mano de Tulio.
El jugador peruano logró eliminar a la Selección brasileña del campeonato empujando la pelota a la red con su antebrazo derecho. "Me pegó en el muslo", se defendió luego.
