por Daniel Riera
19 Febrero de 2018 09:42A nadie le gusta que el árbitro le meta la mano en el bolsillo. En su partido de ayer ante Godoy Cruz, River fue groseramente perjudicado por el árbitro Jorge Baliño: hay coincidencia generalizada al respecto. Sin embargo, desde algunos comentarios periodísticos y desde las redes sociales baja una conspiranoia insoportable según la cual el tándem "Chiqui" Tapia-Angelici arregló todo para que Boca saliera campeón for ever y River sería la principal víctima del nuevo establishment futbolero. Como además, Boca sigue ganando sin convencer, nada más sencillo que apelar a la mano negra para explicar por qué un equipo que no juega demasiado bien se encamina directo al título. Los conspiranoicos omiten un pequeño detalle: River estaba hasta ayer a 19 puntos de Boca. Con el empate de ayer, y el triunfo de Boca ante Banfield, quedó a 21. El partido de ayer era mucho más importante para Godoy Cruz, que pelea por un lugar en la próxima Copa Libertadores, que para River. El equipo de Marcelo Gallardo jugaba ayer por el pancho y la Coca, pero el Muñeco es vivo y sabe que el 14 de marzo juega la final de la SuperCopa contra Boca. Llorar ahora -con la colaboración de periodismo e hinchas cada vez más interesados en puteríos y en arbitrajes que en el juego propiamente dicho, donde River hace agua pese a los 20 millones de dólares que invirtió en jugadores- lo ayuda a intentar condicionar a los árbitros de la próxima final. El clima ya está creado: lo que hagan será visto con lupa.
Chiqui Tapia y Macri : ¿está todo arreglado?
¿A qué se debe que Boca se corte solo de este modo? Salta a la vista un detalle evidente: los equipos que le podían hacer sombra estuvieron todo el primer semestre del año jugando torneos internacionales. Lanús, River, San Lorenzo, la Copa Libertadores; Independiente, la Copa Sudamericana. Ningún equipo, en el fútbol argentino -y apenas cuatro o cinco en el fútbol europeo (Barcelona, Real Madrid, Manchester City, PSG, Juventus... ) -puede afrontar dos torneos a la vez sin regalar nada. Si el equipo de los mellizos sale campeón será por absoluta lógica: porque fue el mejor, o el menos malo si nos ponemos en exquisitos, del torneo local.
La queja del entrenador de River.
En medio de todo esto, queda un detalle: las puteadas contra Macri. Sea por la razón que sea, dos canchas enteras en un mes, cantando a voz en cuello "Mauricio Macri la puta que te parió" no le salen gratis al Gobierno. Quien esto escribe tiende a pensar dos cosas: a) que hay 150 razones más poderosas que un penal no cobrado y una conspiración fantasma para protestar contra el Presidente y la administración cambiemita. Si quieren las charlamos otro día, porque exceden en mucho a esta breve columna; b) que la mayoría de los puteadores también lo saben y que el fútbol es un vehículo para la catarsis popular que no conviene subestimar demasiado. Y Jaime Durán Barba, claro está, lo sabe perfectamente.