19 Agosto de 2016 03:56
El equipo del Muñeco Marcelo Gallardo se quedó con el sabor agridulce del empate. River Plate empató frente a Independiente Santa Fe 0 a 0, anoche, por el primer partido de la final por la Recopa Sudamericana, que se disputó en el estadio El Campín de Bogotá, Colombia.
No abundaron las situaciones de gol, y ninguno de los equipos sobresalió en su actuación, por lo que el resultado, esta vez, calza justo para ambos.
Pero en la teoría futbolera, el empate posiciona al equipo Millonario de cara a la revancha, que tiene pactada como fecha el jueves de la próxima semana a partir de las 21.15, en el estadio Monumental.
La revancha será el jueves 25, en el Monumental.
Durante la primera media hora, River resultó protagonista del juego, con el buen manejo de Andrés D'Alessandro, el acompañamiento de Gonzalo Martínez y la presión intensa, que no dejó acomodarse a Independiente. El conjunto colombiano, que debió replegarse ante el predominio adversario, al cabo de 25 minutos se fue acomodando en la cancha con la conducción del argentino Omar Pérez -ex Boca y Banfield, entre otros-, dueño de todas las jugadas de pelota detenida.
River no pudo ganar pero el empate le sienta bien.
EL PARTIDO
El primer tiempo tuvo jugadas de peligro para River. Pero también hubo llegadas de los colombianos. Precisamente, con un tiro libre ejecutado por el 'Bocha' Pérez, a los 28 minutos, se originó la acción que más sufrió el equipo de la banda roja, ya que una fallida salida de Augusto Batalla le dio la chance a Dairon Mosquera para rematar al arco, pero Leonardo Ponzio alcanzó a despejar sobre la línea.
El segundo tiempo estuvo demás por lo intrascendente del juego, con tediosas y bruscas acciones. Con los tiros libres y los corners como arma metódica, Independiente Santa Fe intentó llegar al gol, pero no logró desequilibrar a la defensa 'millonaria', donde se destacó el debutante lateral derecho paraguayo Jorge Moreira, la figura del partido, criterioso y prolijo en su tarea. El otro debutante, el zaguero izquierdo ecuatoriano Arturo Mina, fue amonestado y sin descollar, cumplió con su labor.