A menos de una semana de los fallos arbitrales de Diego Ceballos que terminaron coronando campeón de la Copa Argentina a los xeneizes, Central y Boca se se vuelven a enfrentar por la última fecha del torneo local en el “Gigante de Arroyito”, rodeados por un clima de tensión y con un mega operativo policial que contará con 900 policías que cuidarán las inmediaciones y las tribunas de la cancha.
En la final de la Copa Argentina, los rosarinos fueron perjudicados con fallos arbitrales.
A pesar de que el campeonato doméstico ya tiene ganador (el equipo de Rodolfo Arruabarrena), el ánimo caldeado que dejó la final en Córdoba generó que los dirigentes rosarinos y la Seguridad de la provincia de Santa Fe decidieran catalogar al partido del domingo como “de alto riesgo”; por esta razón planearon el “mega operativo policial”.
Los hinchas canallas quedaron con un malestar generalizado y prometieron que se harán escuchar en la cancha. Tanto es así que por las redes sociales comenzaron a viralizarse mensajes que prometen hechos de violencia contra la delegación de Boca.
El partido se jugará el domingo a las 18:15 horas en Rosario (televisa la TV Pública).
Boca se va ante el primer hecho de violencia
El “Vasco” Rodolfo Arruabarrena, DT xeneize, habló ayer en conferencia de prensa y, ante los rumores de violencia, advirtió: “A la primera piedra que tiren, nos vamos”. Además, el presidente del club de la Ribera, Daniel Angelici pidió que haya garantías para jugar: “Se tienen que hacer responsables de la seguridad de la delegación que vaya a este partido. Me preocupa lo que pueda pasar en la ruta y en el hotel”.Y agregó: “Si pasara algo dentro del campo del juego, suspender o no será decisión de la Policía y del árbitro (Mauro Vigliano)”.
El periodista partidario de Boca,“Tato” Aguilera, denunció que recibió amenazas e intimidaciones para no concurrir el domingo a trabajar en el Gigante de Arroyito. Como está claro, el clima está caldeado.