Caradura, simpático, fanfarrón, quemero, familiero, pero sobre todo, un ídolo argento. Oscar “Ringo” Bonavena es sin dudas un símbolo para el pueblo argentino, que no lo olvida, pese a haber haber muerto hace 39 años. Hoy hubiera cumplido 73 años.
El pie plano fue su lunar deportivo, para poder haber sido un boxeador de excelencia.
No terminó sus estudios, trabajo como repartidor de pizza en su barrio y hasta en una carnicería en su infancia. Su familia fue sagrada, como los ravioles de Doña Dominga, su madre, a la que viralizó (cuando no había redes sociales) e hizo famosa gracias a la televisión. Hizo un reality de su vida, todo un productor adelantado.
Fue carismático, dentro y fuera del ring.
Comenzó su carrera boxística en el club de sus amores, Huracán. En 1963 fue descalificado por morder la tetilla de Carr, y fue sancionado. Obligado a un exilio deportivo, logró reinventarse en Estados Unidos.
Bonavena y Huracán, el club se sus amores. Lo homenajearon con el nombre de una de sus tribunas.
Su consagración como ídolo llegó el 7 de noviembre de 1970 con el combate ante Mohamed Alí (antes Cassius Clay) a quien chicaneó en la previa al histórico combate.
El famoso duelo con Clay
Apodado “Ringo”, por su fanatismo por el beatle Ringo Star, supo ganarse al público argentino con una estrategia mediática, aprendida en su paso por Estados Unidos, que lo consagró popular.
“Prefiero el boxeo antes que el arte”, definió alguna vez, pero las luces de la calle Corrientes no le pesaron. Fue el inventor del marketing en la Argentina, de actuar y hasta de ser cantante de un hit como el “Pio, Pio, Pá”.
El Ringo cantante y su hit “Pio, Pio, Pá”
Las técnicas artísticas, se sumaron a su carisma, para convertirlo en un personaje popular, dentro y fuera del ring.
La pelea con Gregorio “Goyo” Peralta, el 4 de septiembre de 1965, lo consagró ante las 25.200 espectadores que lo silbaron en la previa, pero luego del triunfo lo ovacionaron como un ídolo.
El Ringo actor, junto a Pepe Biondi.
“Soy cómico desde que nací”, se definió Bonavena un divertido scketch junto a Pepe Biondi, capocómico nacional. Ese fue el recuerdo que dejó Bonavena a los que lo conocieron.
Veira recuerda una anécdota imperdible arriba de una avioneta
El buen humor, y la forma de actuar ante las cámaras y los periodistas, lo convirtieron en un deportista revolucionario para una época en la que las cámaras de televisión no dominaban completamente el mundo.
Nunca puso ser campeón del mundo, pero es recordado como si lo fuera. Nació un 25 de septiembre de 1942, y hoy cumpliría 73 años.
Murió a los 33 años, asesinado por el mafioso Joe Conforte, a través de su guardaespaldas, el 22 de mayo de 1976 en Reno, Nevada, Estados Unidos. El empresario descubrió una relación amorosa entre su esposa y el ex boxeador.
Bonavena fue asesinado por el guardaespaldas de Joe Conforte, empresario y dueño de prostíbulos.
Su despedida en el Luna Park fue popular e inolvidable, como lo que fue Ringo, el hombre que es leyenda.