Juan Román Riquelme aportó la dosis de ternura que le falta a Argentina en un contexto de tristeza e incertidumbre que vienen aparejadas con la llegada de Javier Milei al sillón de Rivadavia.
Riquelme habló fuerte y claro porque fue elegido para pertenecer al Salón de la Fama del Fútbol Internacional. La ceremonia se realizó en el Teatro del Bicentenario de León, México frente a un auditorio que lo contemplaba expectante. Riquelme es el décimo jugador argentino que forma parte del prestigioso nombramiento.
En primer lugar, el ex enganche agradeció a todos los periodistas y al "Grupo Pachuca" por haberlo votado y haberlo puesto al lado de grandes figuras del fútbol como Diego Simeone, Hernán Cristante, José Luis Chilavert, Kristine Lilly, Sepp Maier, Oliver Kahn, Omar Bravo, Walter Ormeño, Ricardo Peláez, Andrea Pirlo, Rodrigo 'Pony' Ruiz, Carlos Salcido, Antonio Naelson Sinha, Iván Zamorano, David Beckham, Jaime Belmonte y Esther Mora.
Aunque parece una persona ruda y casi impenetrable, esta vez el actual presidente del Club Atlético Boca Juniors no pudo escaparle a la emotividad y casi quiebra en llanto poniendo en lo alto la relación que tiene con su madre, María Ana.
El hincha de Boca más comprometido, destacó: "Es un privilegio estar acá. Yo soñaba ser futbolista nomás, desde chiquito", reconoció y protagonizó un emblemático momento de ternura: "Quería comprarle la casa a mi mamá. Era lo único que quería desde chiquito. Soñaba con eso. No tenía otra cosa en la cabeza. Sentía que de esa manera le podía cumplir", contó.
Riquelme recordó cómo aquel 10 de noviembre del 96 tuvo la oportunidad de debutar en Primera con la camiseta del club xeneize: "Ese día entré a la película más linda de mi vida. Esa es la verdad", reconoció sin tapujos.
En esa misma línea, Riquelme admitió cómo veía su profesión antes de ser quien es ahora: "Yo pensé que jugar al fútbol era solamente eso: patear la pelota, disfrutar, correr, gritar un gol, dar un pase. Cuando pasó el tiempo, me di cuenta que no. Que la gente te saludaba, te daba cariño...", dijo y completó con profundidad poética: "Empezó a tener otro sentido, empecé a tener otra responsabilidad y fue fabuloso. No lo imaginaba", contó.
Riquelme no dejó de agradecer nunca a su público pero sí reconoció que no pensaba que "ser jugador de fútbol iba a ser tan lindo" y puso en palabras lo privilegiado que se siente por "vivir esto, de conocer el mundo, diferentes culturas, conocer mucha gente", dijo.
Román Riquelme soltó sus últimas palabras de agradecimiento para el pueblo argentino que está de su lado: "Que la gente te dé cariño es maravilloso. Que estés en otro país y la gente sepa tu nombre es increíble. Solamente decirles gracias", expresó y terminó: "He disfrutado mucho de esta fiesta. Tengo a mi hermano por ahí, que debe estar contento, y mi mamá también. Muchas gracias y felicidades".