Serbia se proclamó el campeón del Mundial Sub-20 gracias a un gol agónico de Nemanja Maksimovic a los 117 minutos del partido que culminó con una sorprendente victoria del combinado europeo 2-1 sobre Brasil, una de las favoritas al levantar la copa en Nueva Zelanda.
La victoria, el primer título de Serbia desde su independencia en la década de 1990, es obra en gran parte del guardameta Pedrag Rajkovic, que realizó una serie de atajadas con las que impidió el ansiado triunfo de Brasil. El equipo de los Balcanes ya había obtenido el campeonato del mundo disputado en 1987 en Chile. Claro que en aquellos años era Yugoslavia y no una Serbia independiente.
En aquel recordado equipo jugaban Zvonimir Boban, Robert Prosinecki, Pedraj Mijatovic y Davor Suker, entre otras figuras que luego tendrían reconocimiento mundial.
Argentina, que dio vergüenza al quedar eliminada en primera ronda, sigue siendo el país con más campeonatos juveniles, con 6. Brasil lo sigue con 5.