El domingo 22 de abril, se vivió en el estadio Mario Alberto Kempes, en Córdoba, uno de los Superclásicos más atractivos en los últimos años. Boca y River se enfrentaron por los cuartos de final de la Copa de la Liga y el equipo que dirige Diego Martínez se impuso por 3 a 2 ante el Millonario causando su eliminación. Sin embargo, hubo una polémica que dio y dará qué hablar por el resto de los días: ¿Entró o no entró la pelota en el gol de River?
En un día con clima ideal, se hicieron las 15:30 y la pelota comenzó a rodar. El estadio Kempes tenía las localidades agotadas con 50 mil personas presentes y ambas hinchadas ocupando cada una su sector. River comenzó mejor, abrió el marcador, se puso en ventaja; luego, Boca lo empató antes de que comience el complemento y definitivamente, el segundo tiempo superó todas las expectativas aun dejando ciertos errores en vista de todos.
Más allá de que fue uno de los mejores Superclásicos en los últimos años, dejó como siempre ciertas polémicas que son típicas de un partido picante y, a raíz de ellas quedó en evidencia una vez más que el arbitraje argentino va en decadencia y que no hay tecnología que sirva, si la imprudencia está a la vista y los errores son tan groseros que se vuelven imposibles de justificar.
El partido iba empatado 1-1, pero a los seis minutos del segundo tiempo River parecía que se ponía en ventaja a través de un severo error entre Guillermo "Pol" Fernández y Cristian Lema que terminaría en gol si es que Sergio "Chiquito" Romero no se tiraba y atinaba a sacar la pelota de adentro del arco. En ese mismo momento, el árbitro del partido, Yael Falcón Pérez, cobró el gol para que el Millonario se ponga en ventaja hasta que una dudosa llamada frenó todo.
Las 30 mil personas que se encontraban ocupando la tribuna local gritaron "gol" en el mismo momento en que Falcón Pérez extendió su brazo marcando que efectivamente la pelota había pasado la línea del arco. Sin embargo, aquella ilusión duró unos pocos segundos porque rápidamente Jorge Baliño, encargado del VAR, llamó a su colega para avisarle que dé marcha atrás porque la pelota no había ingresado.
El partido terminó cerca de las 17:40 horas y a partir de allí, lo que más se habló y debatió fue sobre qué sucedió en aquella jugada y si la pelota entró o no en el arco del ex arquero de la Selección Argentina. El lunes por la mañana, la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) puso a disposición el audio en el cual el VAR toma la decisión de anularlo y todo se volvió peor: la desprolijidad quedó a la vista.
💣Bombita. En todos los partidos en el cual hay una jugada dudosa de gol, ya sea offside o una pelota que queda sobre la línea y no se llega a reflejar si entra del todo o no, se busca a través de la tecnología poder chequear las líneas de la misma para identificar qué es lo que sucedió. En este caso, Baliño, que estaba a cargo del VAR, decidió no hacer uso a lo correspondido y dictar bajo su propio margen que "no entró".
En el audio que mostró la AFA, lo primero que se escucha es que una vez que la jugada parece ser terminada porque el árbitro la determina como gol, el asistente que se encontraba sobre la misma línea, lo confirma por su micrófono: "Es gol. La saca de adentro". Ahí mismo, el AVAR, a cargo de Gastón Suárez, replica exactamente lo mismo: "Dio gol. La saca de adentro", haciendo hincapié en que Romero quitó la pelota de adentro del arco.
Pero ahí mismo empezó el problema porque Baliño fue quien frenó la discusión insistiendo en que no lo era, sin antes mirar absolutamente nada. "Dame la mini cámara. Para mí no entró". El AVAR, por su parte, prosiguió confirmando que River podía ponerse en ventaja. "Haceme zoom. Para mí sí. Tranquilo Yael, la estamos mirando. Es dura. Es muy ajustada".
Las cámaras siguieron enfocando las mismas dos filmaciones tomadas con más y con menos zoom pero nunca se limitaron a trazar ninguna línea en un momento tan preciso como lo que es un gol del partido. Luego de varias repeticiones, a pesar de que el resto de los árbitros dijeron que efectivamente la pelota entró, la última palabra la tuvo Baliño quien decidió anularla por opinión propia. "Yael, para nosotros, no gol. El balón no ingresa totalmente", cerró.
Por su parte, desde la AFA ampliaron la decisión que tomó Baliño con una breve explicación sujeto al video con los audios del VAR. "Su portero alcanza a evitar un gol despejando el balón sobre la línea de meta, el cual no ingresa en su totalidad a la portería. El árbitro asistente, en perfecta línea con el penúltimo defensor, pero oblicuo a la línea de gol, no puede tener la mejor visión para esta difícil decisión. Entiende que el balón ingresó completamente y convalida gol del equipo blanco y rojo. El equipo VAR, en su chequeo con distintos ángulos y velocidades y en uso de las consideraciones, evidencia en imágenes que efectivamente el balón no ingresa totalmente a la meta, y comunica al árbitro lo sucedido".
A decir verdad, es toda una incógnita saber si la pelota entró o no, porque en algunas cámaras se evidencia que sí y en otras no, pero lo que más se discute al día siguiente del partido es como ningún arbitro tuvo la prolijidad de trazar las líneas y de igual manera, cómo el árbitro del VAR puede actuar con tanta desprolijidad asegurando por opinión propia que "para él" la pelota no ingresó tomándolo a simple vista.