Gustavo Fernández se convirtió en el primer argentino en consagrarse campeón del Abierto de Wimbledon, en sillas de ruedas y en la versión dobles.
El argentino hizo pareja francés Nicolas Peifer. Tiene 21 años y 6° del ranking de singles, El cordobés se cayó, se levantó, se movió por toda la cancha con su silla de ruedas y celebró el sábado un gran partido, pero lo alcanzado este domingo, pasó los límites de alegría. La pareja derrotó a la dupla Jeremiasz-Reid por 7-5, 5-7 y 6-2.
El cordobés nacido en Rio Cuarto, tiene 21 años, sexto en el ranking, es hijo del recordado jugador de básquet, Gabriel Fernández, miembro de la generación dorada del basquétbol, que logró la medalla olìmpica de Atenas 2004.
Guillermo Vilas, David Nalbandian y Juan Martín Del Potro, fueron los tenistas argentinos que estuvieron cerca de alcanzarlo, y no pudieron. El cordobés da un ejemplo de entrega ante a la adversidad que hoy lo hace disfrutar un logro histórico.
Mirá la historia de vida de Fernández
“Estaba jugando con mi papá, saltando en una silla, me caí y no me pude levantar. Parecía un broma, fuimos al hospital, y me detectaron el problema. Un caso en un millón de personas, y me tocó a mi”, relataba Fernández.
Lobito Fernández (hijo) sufrió al año y medio de vida un infarto medular que le dejó paralítico medio cuerpo y desde los 12 años que representa a la Argentina en competencias de tenis adaptado.
El cordobés ocupa el sexto puesto del ranking mundial.
“Siempre me consideré un tenista profesional, nunca lo tomé como un problema, siempre quise ser lo que logré. Para mi familia fue más duro”, agregó el cordobés sobre su historia.