La última edición del Superclásico del fútbol argentino que se jugó este domingo en el Estadio Monumental, dejó mucha tela para cortar, pero poca desde lo futbolístico, ya que fue un partido que se definió en los últimos minutos gracias a un dudoso penal que le dio el triunfo a River Plate y desató la bronca de todo el pueblo Xeneize.
La batalla campal comenzó tras el reclamo del ex arquero de la Selección Argentina, Sergio Romero, por el festejo de Agustín Palavecino, quien celebró el gol que convirtió Miguel Borja desde los doce pasos frente al atónito rostro de los jugadores de Boca, entre ellos el marido de Eliana Guercio.
Lo que comenzó como una pequeña discusión se convirtió en una batalla campal cuando, con Borja todavía festejando su gol, los jugadores de ambos bancos de suplentes se hicieron presentes en el campo de juego. La bronca de los futbolistas xeneizes era mucha, ya que habían aguantado gran parte del partido el empate y que se les escape el punto a último minuto, también jugó a favor de su enojó.
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En términos futbolísticos, el equipo de Núñez dominó el encuentro casi en su totalidad, salvo por algunos momentos del encuentro donde Boca pudo emparejar la situación y hacer un duelo más parejo, aunque sin trasladarlo a situaciones de riesgo. Sin ir más lejos, Franco Armani casi que fue un espectador de lujo durante los 90 minutos. Tanto en la posesión como en las llegadas al arco, los conducidos por Martín Demichelis demostraron su superioridad.El resultado del enfrentamiento que frenó muchos minutos el partido y no dejó que se termine como debía ser, fueron cuatro expulsiones en Boca -Nicolás Valentini, Ezequiel Fernández, Miguel Merentiel y el entrenador Jorge Almirón- y tres en River -Ezequiel Centurión, Elías Gómez y Agustín Palavecino, el único riverplatense en campo-. De esta manera, los minutos finales se jugaron 10 contra 8 en campo.
Por otro lado, el escándalo fue tal, que la Justicia intervino a través de la fiscal especializada en eventos masivos Celsa Ramírez, quien llevará las contravenciones levantadas por personal de la Policía de la Ciudad tras la pelea contra el defensor xeneize Marcos Rojo, su compañero Luis Vázquez, y el riverplatense Palavecino.
Contra Rojo pesa una contravención por "encontrarse en un lugar sin autorización", debido a que el futbolista se encontraba fuera de la convocatoria de profesionales producto de una lesión, aunque eso no importó para que esté en el banco de suplentes -y participando de la pelea- cuando no debía estar ahí.
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Según el artículo 111 que rompió el defensor, "quién ingresa al campo de juego, a los vestuarios o a cualquier otro lugar reservado a los participantes del espectáculo masivo, de carácter artístico o deportivo, sin estar autorizado reglamentariamente es sancionado/a con uno (1) a cinco (5) días de trabajo de utilidad pública o multa de doscientos ($ 200) a un mil ($ 1.000) pesos". Aunque también "la sanción se eleva al doble si se producen desórdenes, aglomeraciones o avalanchas".Distinta es la situación de los otros dos sancionados. A Vázquez y a Palavecino se los sanciona por incitar al desorden, algo que prevé el artículo 119, el cual afirma que "quién incita al desorden, con motivo o en ocasión de un espectáculo masivo, de carácter artístico o deportivo, es sancionado/a con multa de diez mil ($ 10.000) a cincuenta mil ($ 50.000) pesos o arresto de cinco (5) a treinta (30) días", con la posibilidad de que las penas se dupliquen si "la acción la realiza un deportista, dirigente o se utiliza un medio de comunicación masiva".
Un Superclásico que quedará para el olvido, con una victoria que logró que el puntero le saque 19 puntos a Boca y que encamina cada vez más hacia el título local a los futbolistas de River.