“Si tengo que decir hoy, a esta hora, no creo que debamos jugar con público visitante”. El presidente de Boca, Daniel Angelici, fue tajante y claro junto a su par de River, Rodolfo D'onofrio. Ambos rechazaron por completo la posibilidad de que el superclásico por la final de la Copa Libertadores se juegue con hinchas de los dos clubes.
Tras las idas y vueltas, finalmente las dos finales entre River y Boca no se jugarán con visitantes. La novela comenzó el viernes por la mañana, cuando el presidente Mauricio Macri publicó en Twitter que instruiría a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para que coordine el operativo con las autoridades de la Ciudad, que unas horas antes habían negado la posibilidad de que pudiera disputarse con hinchas de los dos equipos.
Sin embargo, 12 horas después Macri les tiró la pelota a los clubes para que definieran si lo jugarían con o sin visitantes. Aunque aún no existe una confirmación oficial, los equipos de seguridad de los dos clubes confirmarán hoy que no se disputará con hinchadas visitantes, según adelantaron anoche Angelici y D'onofrio durante una entrevista conjunta en el programa Debo Decir, de América TV.
D'onofrio fue enfático: “Las cosas hay que hacerlas con tiempo, no se pueden hacer de golpe. Nuestro club hoy no está preparado para recibir visitantes. Tendríamos que reestructurar la cabecera de Figueroa Alcorta, me sorprendió la idea de Macri, no habló conmigo nunca”.
Angelici por su parte detalló que por norma de la Conmebol el club local debe entregar 4.000 localidades a los visitantes, lo que aumenta la restricción de ingreso para el local, por razones de seguridad. En el caso de River eso implicaría dejar a 4.000 socios sin la posibilidad de ingresar, debido a que se debe dejar un vacío en la tribuna para separar a los hinchas.
Además, el presidente de Boca - muy cercano a Macri - también se quejó por las idas y vueltas de la fecha. Primero estaba previsto que se disputen los miércoles 7 y 28 de noviembre, luego se modificó al 10 y al 24, que caen sábado, lo que provocó el malestar de las autoridades del club Millonario y el Xeneize.
“No puede ser que los presidentes no sepamos cuándo nos toca jugar, fijaron una fecha y no nos preguntaron”, dijo Angelici. D'onofrio, por su parte, consideró: “Un día me levanté y me enteré que nos cambiaban el día y el horario, que pasábamos de jugar los miércoles a los sábados. Otro día me levanté y me enteré que teníamos que jugar con visitantes”.