Haber dejado sepultado en el jardín de atrás la dura caída a la B Nacional. La campaña de 33 puntos, impensada con un plantel en formación. La clasificación a la Copa Sudamericana, lo cual significa el retorno del Rey de Copas al plano internacional... Todas esas gratísimas noticias que Independiente recibió en 2014 quedaron en un segundo plano ante la explosión del conflicto con Daniel Montenegro, quien a pesar de no ser tenido en cuenta por Jorge Almirón ayer se entrenó junto al plantel. El Rolfigate, aún con final incierto, provocó una herida que al Rojo le quema por dentro.
La noche del domingo no fue feliz. El reencuentro luego de las vacaciones estuvo muy movido. La desprolijidad de lo que ocurrió con varios jugadores que se presentaron sin saber que no estaban en la lista y que debieron irse, sumado a la incertidumbre de la continuidad del '23', despertó un malestar interno en el grupo de futbolistas que se prepara en Pilar.
Tanto revuelo había entrada la primera noche en el Sheraton, que Federico Mancuello y Diego Rodríguez le pidieron una reunión al técnico. En la charla los jóvenes referentes le manifestaron que el plantel se sentía incómodo con lo que estaba sucediendo. “Volvimos de vacaciones y hay más lío que cuando nos fuimos. Los demás equipos arrancan la pretemporada renovando objetivos y nosotros empezamos llenos de dudas y sin refuerzos...”, disparó Mancu.
“Rolfi es un amigo. Un jugador sabe que siempre está la posibilidad de que te quieran o no. Lo que duele son las formas. Como hincha de Independiente me hubiese gustado que a un hombre que ha vuelto en el peor momento del club se lo trate de una manera diferente y que si en algún momento se tiene que ir que sea de otra forma”, opinó el capitán sobre el caso Montenegro. Resaltó la importancia del Rolfi para el grupo y aclaró que no le pidieron a Almirón por su continuidad: “Con el Ruso tenemos 25 años y no podemos ir a pedirle a un técnico que se quede un jugador. Rolfi solucionará su problema con el que lo tenga que solucionar. La charla con Almirón fue para saber en qué lugar estábamos parados para empezar a sumar”. Y agregó en radio La Red: “Para formar un grupo sólido se necesita un orden. Han llegado chicos al hotel y se han tenido que volver a sus casas. No está bueno que pase eso. Jorge es la cabeza y le fuimos a preguntar por qué pasó. Asumió que hay cosas que mejorar y que por ahí la inexperiencia hace que pasen estas cuestiones”.
Mancuello demostró el malestar grupal midiendo al mismo tiempo cada palabra para no agregar mayor combustible a una situación ya de por sí bastante candente. “Jamás me pelearía con Almirón. Le estoy muy agradecido y parte de mi gran año fue gracias a él, pero concordamos en que tendría que haber sido de otra forma”, remarcó. Y también le apuntó a la parte de responsabilidad que le cabe a la Comisión Directiva: “Capaz que no fueron sólo las maneras de Almirón. Cuando volví de mis vacaciones leí declaraciones de dirigentes hablando del Rolfi... Hay cosas que no sé”.
Desde el plantel creen que la dirigencia dejó reposar todo el peso de la determinación en el DT y que no está asumiendo la porción de la torta que le toca. De hecho, durante el triple turno de ayer, no apareció ningún directivo por Pilar. Recién a la noche se hizo presente el secretario general Héctor Maldonado y el vice 2° Carlos Montaña para hablar con Almirón. Salvo el vocal Cristian Ritondo, quien expresó su deseo de que Montenegro siga, la CD hace silencio, mientras negocia con el representante del Rolfi la rescisión. Una novela que, parece, tendrá varios capítulos. ¿Y si se queda? Difícil. Aun si esto pasara, el ardor interno de esta herida evitable perdurará por un tiempo.