La percepción de los argentinos sobre las expectativas económicas cayó en mayo un 2% y las previsiones negativas se extiende de cara al segundo semestre.
En el marco de un nuevo paro general, que tuvo un masivo alcance, los argentinos se encuentran preocupados por la suba de los servicios públicos, los alimentos y la posibilidad de perder el empleo.
Los argentinos tienen una mirada negativa de la economía de los próximos meses
El Índice General de Expectativas Económicas (GEE) decreció un 2% en mayo con respecto a abril y un 7% si se compara con mayo del año pasado, según un informe de la consultora Kantar TNS.
Caída de las expectativas económicas.
La tendencia negativa sobre la situación económica y laboral actual se propaga para los próximos seis meses, según el análisis de la consultora.
“La depreciación del IGEE se observa por una marcada incertidumbre respecto a la situación futura y su impacto en la vida y consumo personal”, resalta Mercedes Ruiz Barrio, Investigadora Senior de Kantar TNS al analizar el IGEE.
Sin embargo, del relevamiento se desprende que no es la volatibilidad del dólar lo que preocupa a los individuos, sino el gasto en servicios públicos y el incremento en los alimentos (31%).
El aumento de servicios y la capacidad de pago es la principal preocupación.
Estas variables generan pesimismo e incertidumbre con respecto a "cuánto se tendrá disponible” para sobrellevar estos costos.
Es así que el movimiento tarifario, de por ejemplo gas, electricidad o agua, genera mayor preocupación, aunque algo menor que en 2017 (33%).
Las principales preocupaciones de los argentinos en el corto plazo.
En segundo término se encuentra el precio de los alimentos (19%), como consecuencia de la inflación generalizada.
Estas variables generan preocupación en los consumidores, principalmente del conurbano bonaerense, de los niveles medio bajo y bajo. Asimismo Ruiz Barrio resalta que se registra mayor pesimismo respecto a tarifas entre los adultos de 35 a 49 años.
El miedo a perder el empleo aumentó un 2 puntos porcentuales.
A estas preocupaciones se suma el temor de perder el empleo o que alguien de la familia pueda quedarse sin trabajo (15%). Esta fue la variables que más aumentó (dos puntos porcentuales) con respecto al año pasado.