Desde ayer rige la nueva disposición de la AFIP que aumenta el tope para las declaraciones de Ganancias y Bienes Personales. Con un techo de $ 300.000 y $ 200.000 anuales, respectivamente, los jubilados y los empleados en relación de dependencia ahora deberán presentar ante el organismo de recaudación su declaración jurada.
Cabe recordar que Ganancias es el gravamen que se le da a la recaudación que una persona genera durante todo el año, mientras que Bienes Personales considera la composición patrimonial al 31 de diciembre de cada año.
La duplicación de los montos de Ingresos Brutos alcanza también a sectores de ingresos medios.
A través de la Resolución General 3.839 publicada en el Boletín Oficial se ratificó la duplicación de los montos de ingresos brutos. Mientras que anteriormente declaraban bienes personales aquellas personas que superaban los $ 96.000 anuales, ahora lo harán quienes tengan hasta $ 200.000. Del mismo modo, en todo lo que refiere a ingresos, gastos y deducciones, el monto se elevó de $ 144.000 a $ 300.000 anuales.
A pesar de la modificación, los sectores de menores ingresos también deberán presentar su declaración jurada dado que si se considera que Ganancias son $ 300.000 anuales del salario bruto, deberán declarar todos aquellos que tengan un sueldo bruto de 23.000 pesos. Así, en la medida en que esos ingresos sean provenientes exclusivamente del trabajo dependiente, todos aquellos que se encuentren en esa categoría deberán realizar una presentación simplificada en Ganancias.
Los jubilados con ingresos por bienes personales de $ 200.000 anuales deberán declarar ante la AFIP.
La normativa indica que, complementariamente, aquellos que obtengan $15.384 brutos al mes ($200.000 anuales) también deberán presentar la declaración del Impuesto sobre los Bienes Personales correspondiente al año pasado.
"Las declaraciones juradas tendrán el carácter de informativas, excepto que de ellas resulte un saldo a pagar o a favor del contribuyente", indica la normativa. La exigencia fiscal apunta a realizar un seguimiento pormenorizado de la evolución patrimonial de quienes están en relación de dependencia y también de los jubilados en lo que respecta a sus bienes.