La explosión del coronavirus no solo puso en jaque al sistema de salud en todo el mundo, sino que mermó y, en algunos otros casos, dinamitó la economía de distintos países. Y si bien lo primero no ocurrió en la Argentina gracias al rápido accionar del presidente Alberto Fernández y todo su equipo, lo segundo no parece tener solución al corto plazo.
A poco de cumplirse dos meses del decreto del aislamiento social, preventivo y obligatorio, el cual fue impuesto por el jefe de Estado el pasado 20 de marzo, al gobierno se le sigue presentando un gran y muy complicado desafío: encender la economía del país.
Luego de que las oficinas de organismos -como Anses- y servicios públicos de electricidad, gas y agua- retomaran su actividad, como ya lo hicieron los bancos y las entidades de cobro, el gobierno debe empezar a analizar la posibilidad de apertura progresiva del sector industrial con el fin de provocar que la rueda comience a girar otra vez.
Casi todos los sectores y clases -algunos más que otros, claro está- están padeciendo el arribo del COVID-19 y el posterior decreto del aislamiento social y obligatorio. Sin ir más lejos, los economistas estiman una caída de 0,5% del PBI por cada semana de cuarentena. Durará hasta el próximo 24 de mayo con la seguridad de que se seguirá prolongando.
Las proyecciones oscilan entre 5 y 7% de caída en el año, en función de la extensión y el rigor de la cuarentena. ¿Los más afectados hasta el momento? Todos aquellos que dependen del aglomeramiento de las personas: el transporte público y privado, los hoteles, lugares de comida o restaurantes, teatros, actores y diversos eventos de entretenimiento.
Así se lo aseguró a este portal Alejandra Coffi, directora de la consultora y asesoría integral del Grupo Values, que cuenta con más de 50 empleados. También afirmó que, de seguir así, el sector privado podría verse afectado. “El rubro más afectado es el de indumentaria”, remarcó.
Y sumó: “Ese no se movió nada, como tampoco lo hizo el inmobiliario. Se festejó con bombos y platillos la primera y única operación inmobiliaria en 50 días. El sueldo de un operador inmobiliario está constituido de un básico y, sobre todo, comisiones. El único sector que logró sobrellevar esta situación es la parte de comestible, como mercados, quioscos, etc. Y se vieron colapsados por momentos”.
Coffi, cordobesa de 40 años, nacida en una familia muy humilde, “de pan duro y mate cocido”, asegura que a dos días de que se cumplan los dos meses de la implementación de la cuarentena, los resultados económicos no se logran ver. “Si bien las ideas y las políticas del gobierno son buenas, creo que están mal implementadas”, opinó.
Para Coffi, los principales errores del gobierno fueron la compra de mercadería con sobreprecios y la primera medida de la ANSES en sacar a los jubilados a la calle a cobrar sus jubilaciones. “Si bien la ayuda llegó a la gente más vulnerable, que es la que consume y genera esta rueda económica, siempre se ayuda al mismo sector”, sostuvo la directora del Values.
Y agregó: “Si sos autónomo, responsable inscripto o una Pyme, donde tenés más costos y empleados, es el sector que más sufre. De cada 50 profesionales, 25 están en categorías de monotributistas bajos y solamente uno logra obtener los 10 mil pesos de la ayuda. Creo que en el sector público, hay que bajar los costos. No es negociable”.
Según Coffi, el sueldo de un funcionario “paga cuatro salarios de un empleado” público. “El sector privado, formal e informal, es el corazón de la economía del país. No se tuvo en cuenta y el error fue no tomar la economía en paralelo a la parte sanitaria. Tenemos funcionarios con 200 mil pesos, mientras que un guardia de seguridad va de 15 a 30 mil pesos de carga social”.
Para la cordobesa, esta debería ser la primera medida que tome el gobierno. “Claro que no hará la gran diferencia, pero deberían dar el ejemplo. Sino como les piden a los empresarios un sacrificio para con sus empleados. Tribunales están cerrados y seguramente cuando abran habrá colas largas de distintas empresas para ir a concurso”, sostuvo, visiblemente preocupada.
En ese sentido, aclaró que el sector privado se está viendo tan asfixiado que llegará un punto en que los comerciantes “van a abrir igual para sobrevivir”. “Se tiene que emitir un bono de mercado interno. Esta es una oportunidad, más allá de que es una pandemia, primero para educar. Hay un montón de alternativas que pueden activar el aparato económico”, explicó.
Y continuó: “El único plan fuerte, que era el plan sanitario, se terminó dando de baja sacando a la gente a la calle poniendo una cuarentena optativa en algunos lugares. Así se van a potenciar los contagios y va a tener que volver a implementarla. Un impuesto a la riqueza me parece bárbaro, pero no es algo que se pueda mantener en el tiempo”.
"En vez de emitir un bono, emitir una moneda interna nacional que le permita a todos pagar impuestos o servicios. Así un porcentaje va a volver al gobierno y va a poder mover la economía. Los próximos cuatro años van a ser muy inestables económicamente hablando", resaltó.
En Capital Federal, los hoteles redujeron a casi cero su ocupación, mientras que los restaurantes vivieron en marzo una caída del 40% de su actividad, cuando aún la cuarentena para enfrentar al coronavirus no era plena. Así, señalan que el rubro hoteles y restaurantes experimentará una contracción algo superior al 25% en el año, siendo el sector más afectado en el país.
Cabe destacar que cada día en cuarentena representa una pérdida económica de US$427 millones. Los rubros más golpeados, según un estudio de la consultora Inveq, son la industria manufacturera y el comercio, que dejan de facturar alrededor de US$118 millones diarios debido al rigor del aislamiento. La UIA sostuvo que la industria argentina opera al 20% de su capacidad.