El impacto local de la crisis política y económica de Brasil, principal socio de la Argentina, aún no se puede medir certeramente, aunque desde hace tiempo se sienten sus cimbronazos. Las consecuencias caen en el mero terreno de la especulación, aunque sus proyecciones son preocupantes.
Si bien la caída económica de Brasil viene de hace poco más de un año, el sector industrial local comienza a resentirse ante los acontecimientos de los últimos meses, donde la crisis financiera y política, tras la destitución de Dilma Rousseff, repercuten de este lado del mapa.
La canciller Susana Malcorra expresó en una entrevista brindada a Clarín: "Si Brasil no funciona es desesperante para nosotros por la interdependencia que tenemos" y destacó "Brasil es nuestro principal socio. Necesitamos a un Brasil fuerte, con instituciones fuerte, que funcione".
La interdependencia con Brasil comienza afectar la industria argentina.
En lo que respecta a la industria argentina, el 50% de la producción se destina al país vecino. "La crisis de Brasil produjo un importante impacto en el sector industrial argentino", aseguró días atrás el Ministro de Producción Francisco Cabrera, quien destacó que el flujo comercial con ese país "está sufriendo".
El más impactado es el automotriz, ya que el 80% de la producción local va hacia Brasil. Ya en el primer trimestre de 2016, la caída de las exportaciones de este mercado representaron un 40%.
Sector automotriz
Según cifras de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), en el acumulado del primer cuatrimestre el sector produjo 142.615 automóviles y vehículos utilitarios, es decir, un 13,3% por debajo del volumen que se registró en el mismo período del año pasado. Asimismo, las exportaciones concluyeron con un total de 55.962 unidades enviadas a distintos mercados, un 29,5% menos respecto del mismo período de 2015.
Las importaciones desde la Argentina cayeron un 29,5 % menos.
Fuentes del sector explican que "debido al vínculo comercial siempre se mira con atención a Brasil y la preocupación por lo que ocurre allí no es de ahora, sino desde hace más de un año, donde esa industria comenzó a tener una muy baja performance".
Las ventas de autos en Brasil actualmente se estiman en unos 2,1 millones, lo cual pone en alerta a todo el sector, ya que si perfora ese piso la situación se complicará aún más. Cabe destacar que en años anteriores las mismas habían tocado un techo de 3,8 millones.
Las ventas de autos en Brasil alcanzaron un techo de 2,1 millones.
Teniendo en la mira este panorama, los fabricantes locales de automóviles buscan paliar la actual caída de demanda brasileña con búsqueda de nuevos mercados, que permita reforzar un poco esta baja de importaciones.
A su vez desde la Argentina se refuerza la estrategia de "especialización y complementación", por el cual la industria busca mantener su porción de mercado con productos distintivos.
Pese a esto la industria local tiene una mirada "largoplacista" y debido a ello concretó su plan de inversión por US$ 740 millones el cual contempla la producción local del Chevrolet Cruze II y una nueva generación de motores para estos vehículos.
General Motors reforzó su línea de producción con una inversión de U$S 740 millones.
Otros sectores
Otros ámbitos impactados son los sectores del plástico, cauchos y químicos, metalmecánica, electrodomésticos y textiles. Sucede que la demanda de parte del país carioca no sólo cayó por la carencia de fondos para compras, sino también por el sobre exceso de su producción, que su mercado interno no consume.
Debido a ello, ya se habla de la posibilidad del ingreso de algunos productos de línea blanca (heladeras, cocinas, aires acondiconado) a precios bajos provenientes desde el país carioca. Esto puso en alerta a los fabricantes locales que están pidiendo medidas proteccionistas para evitar la competencia desleal.
Brasil tiene un sobre exceso de producción que su mercado interno no absorve.
"Hubo una caída muy rápida en Brasil de la actividad económica y una inflación muy alta, del 10 por ciento", indica Gustavo Segre, Director de la Cámara de Comercio Argentino Brasileña de San Pablo. "Se frenó la demanda, se echó gente y existe un gran déficit fiscal", explica al dar cuenta de la situación actual.
Bajo la presidencia interina de Temer se recurrirá a realizar una ajuste fiscal.
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, hizo un llamado a realizar un ajuste fiscal y una reducción en los ministerios. "Todos tendrán que hacer su parte y las empresas los tendrán que seguir", remarcó Segre.
Pero no todo parecen ser malas noticias, el analista paulista prevé que en el último trimestre de 2016 Brasil va a comenzar a estabilizarse.