Para Axel Kicillof no parece haber “fin de ciclo”. A menos de cien días del recambio presidencial, el ministro de Economía sigue profundizando su poder en el Banco Central.
Hoy le pidió la renuncia a Waldo José Farías y Santiago Carnero. Es que los directores de la máxima autoridad bancaria del país se habían opuesto esta semana a la decisión del Gobierno de avanzar contra el HSBC.
Kicillof ejerce mano de hierro en el Banco Central: hoy echó a dos directores, antes había puesto a tres.
A través de la Resolución 259, el Banco Central había responsabilizado esta semana a la cúpula del banco internacional por la apertura de 4.040 cuentas de argentinos en la filial suiza no declaradas ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Finalmente, Gabriel Martino y Miguel Ángel Estévez se alejaron ayer de sus cargos. Hoy, Kicillof le exigió lo mismo a Farías y Carnero. Según la AFIP, la evasión fiscal podría superar los US$ 3.500 millones.
Ingresos y egresos
Farías y Carnero, que ocupaban sus cargos por nombramiento en comisión, es decir, sin la aprobación de sus pliegos en la Cámara de Senadores, son kirchneristas de la primera hora. El primero, incluso, había sido ministro de Economía de Santa Cruz. El 18 de septiembre hubiera cumplido once años como director en comisión del Banco Central.
Waldo José Farías y Santiago Carnero se opusieron a la avanza del Gobierno contra la cúpula del HSBC.
Por su parte, el segundo, desde 2010 en la entidad, había sido anteriormente representante del Estado en la ahora nacionalizada YPF. Además, ambos se identificaban con la gestión de Juan Carlos Fábrega al frente de la máxima autoridad bancaria del país. Kicillof tiene mayor sintonía fin con su sucesor, Alejandro Vanoli.
No es la primera vez que el ministro de Economía ejerce su peso político en el Banco Central. Kicillof había propuesto a Alejandro Formento, Mariano Beltrani y Bárbara Domatto Conti para integrar la cúpula directiva. Los tres “Kiciboys”, que tienen menos de 35 años, todavía continúan en comisión.
A menos de cien días de asumir como diputado nacional de la ciudad de Buenos Aires por el Frente para la Victoria, el ministro de Economía continúa ocupando cada vez más espacios de poder fuera de su cartera. Kicillof no parece sufrir el tan temido “fin de ciclo”.